Los 5 mandamientos de un papá Kinky

Vivimos en una sociedad que, aunque sí sufre de muchas actitudes machistas, también suele irse al extremo opuesto y tiende a descalificar a los hombres por el mero hecho de serlo; esto es muy claro en el ámbito de la paternidad (entendida por parte de padre y madre), en donde muchos hombres son completamente ninguneados. Se habla siempre de la madre: la que parió, la que amamanta, la que supuestamente los cría… e injustamente ¡nos olvidamos del padre!

Este mes es de ustedes, queridos papacitos, y queremos que lo disfruten al máximo y con todos los sentidos; por eso y porque reconocemos también su gran labor en su núcleo familiar, hoy le traemos estos mandamientos que todo verdadero papá Kinky debe conocer, para que los pongas en práctica y nunca te olvides de que, antes que padre, eres hombre y mereces procurarte. ¡Felicidades!

  1.  Es sofisticado y sencillo al mismo tiempo

Le gustan las cosas buenas de la vida y se las procura: disfruta de una buena comida, de un buen traje, de un buen auto… sabe que se lo merece. Pero al mismo tiempo, sabe que eso no lo hace ni más ni menos que a nadie, por lo que se comporta con humildad y disfruta con la misma intensidad de los placeres sencillos de la vida.

  2.   Participa en el cuidado de sus hijos

Y no lo hace por compromiso o porque “así debe ser”, sino porque de verdad se siente involucrado con la educación y el crecimiento de su familia. Un papá Kinky comparte con la madre de sus hijos tanto las responsabilidades como la diversión y tiene muy claro que los roles de género no determinan quién debe o puede hacer determinadas labores.

  3.   Disfruta de la cultura y se da tiempo para ello

Un papá Kinky sabe que la cultura es el alimento del alma y por eso disfruta de asistir a conciertos, a museos, al cine, de leer un buen libro. Aunque esté muy ocupado, siempre se dará este tiempo para él pues valora la inteligencia y sabe que una buena charla habla más de quién realmente eres que una buena corbata.

  4.   Sabe que cuidar su apariencia no lo hace “menos hombre

Él no se compra los estereotipos de que si cuidas tu físico eres “gay” o, de menos, “metrosexual”; él se cuida porque sabe que el exterior es reflejo de su interior y que preocuparse por su apariencia sólo es la manifestación más evidente de amarse y cuidarse a uno mismo, así que nada de esto le quita un gramo de hombría.

  5.   Busca siempre nuevas formas de disfrutar su sexualidad

Le encanta vivir su sexualidad de forma abierta y sin complejos, por lo que siempre procura nuevas formas de ponerle sal y pimienta a su relación: se anima a ir a sex-shops con su pareja, a visitar LoveHotels y a cumplir fantasías mutuas privilegiando siempre el placer y la seguridad de ambos.

Y tú ¿qué esperas para ponerlos en práctica y convertirte en el papá más Kinky?

¡Atrévete!

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