La clave para una buena relación sexual es la creatividad, la sorpresa y sobretodo la diversión.
Besos, caricias y susurros son parte de cualquier relación sexual pero la clave se encuentra en ser originales, un poco atrevidos y salir de la rutina, es decir, Ser Kinky.
Hacer que el sexo sea más divertido puede influir en el mejoramiento del placer. Múltiples estudios han demostrado que una simple sonrisa, incluso desconocidas, dan como resultado un mayor acercamiento emocional y lo mejor aún, mayor atracción sexual.
Hombres y mujeres deseamos hacer nuestra vida sexual más divertida y a pesar de tener miedo a cambiar la rutina o lo conocido, ser Kinky es muy sencillo.
Ser Kinky es ese ‘algo’ que ya habita en ti, simplemente es atreverte a vivir al máximo y plenamente tu sensualidad, es hacer de este estilo una actitud que satisface tu alma, tu mente y por supuesto tu cuerpo.
Ser Kinky está en todas partes, pero la mayoría de los mensajes que recibimos nos dicen que es algo de lo que no se puede hablar o quizá es ‘pervertido’ o debe producir vergüenza. En realidad, hay una gran variedad de formas de ser Kinky y disfrutar del sexo, que son seguras, divertidas y que, seguramente no las aprendiste en la escuela.
Empieza por ti mism@, a veces, el mejor sexo puede ser con uno mismo. Haz saber lo que te excita, grita, gime, explora tu cuerpo, no apagues la luz, ábrete a nuevas experiencias.
¡Hazte Kinky!
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