Muchos hombres siguen pensando que la única forma posible de seducir a una mujer es con dinero, regalos y ser sumamente atractivo. Por su parte, muchas mujeres piensan que sólo un buen cuerpo, grandes escotes y traseros irresistibles atraerán el hombre ideal.
Lejos de estos esquemas sociales –que algunas veces funcionan muy bien- el poder de la palabra tiene efectos sorprendentes al momento de la pasión. No hay nada más seductor que una caricia verbal. La palabra enamora y quien sabe utilizarla adquiere el poder de la seducción ocupando un lugar primordial en el cerebro.
Se dice que quien tiene el don de la palabra, hace que las multitudes se enamoren de ellos. Esto puede ser totalmente cierto, sin embargo lo que se dice no lo es todo, el tono y el momento influye para lograr que cada palabra se sienta.
Aprende a modular la voz, habla “seductoramente” con un tono suave, bajo y grueso. Utiliza correctamente el humor, si logras una sonrisa en los primeros tres minutos de una conversación, has logrado avanzar notablemente y tendrás la atención por más tiempo. Además mantén siempre el misterio, deja siempre algo para la siguiente conversación.
Utiliza frases que demuestren admiración, a cualquiera nos gusta sentirnos admirados por la pareja, así que procura acariciar a tu pareja con frases como: “Te ves muy guap@”, “¿y si hacemos un plan solo tú y yo?”, “me siento muy orgullos@ de ti”, “Te deseo” y ¿por qué no? Llegar a un dirty talk en la sesión.
Tip Kinky
Utilizar frases eróticas durante el sexo es una excelente opción para elevar el nivel de excitación y estimular la zona más erógena del cuerpo: el cerebro.
Nunca olvides que tus palabras, como el lenguaje no verbal, explotan la sensualidad reprimida y crean una carga erótica inigualable. Dale sentido a tus hechos en cada palabra.
¡Hazte Kinky!
Ahora que sabes la importancia de las palabras en el sexo, te invitamos a leer Sexting: la practica sexual más segura