Al cerrar los ojos
me desmigajo
entre tu cuerpo.
El tiempo se vuelve melodía,
tempestad entre las sábanas.
Glorifico mi lengua
entre las mieles
que se yerguen
a mis labios.
¡Ah, potro salvaje,
cómo trotas desbocado entre mis sueños!
Estrújame en tu fuerza
galopante y semental.
Álzame la crin,
échame el amor
en ristras por el cuerpo
hasta morir la leve muerte.
Resuella,
relincha tu locura.
Pon todos tus bríos
en este ámbito feraz
sediento de gemir bajo tu peso.
¡Dale sentido a tus sentidos!
También te podría gustar: Dos poemas eróticos de Fabián Arroyo