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Conforme la tecnología avanza, esta se inmiscuye en cada vez más aspectos de nuestra vida: en cómo nos divertimos, cómo buscamos información, cómo nos enamoramos y, por supuesto, en el sexo. Ya hemos hablado en otras ocasiones de la intensa relación que vivimos entre sexo y tecnología, pero el día de hoy nos enfocaremos en una tendencia que surgió hace un par de años y que, según muchos, es el futuro de la sexualidad.
La digisexualidad en todas sus facetas
Hablaremos de la digisexualidad. El término se utilizó por primera vez a finales del 2017 en un artículo del Journal of Sexual and Relationship Therapy. Los digisexuales son personas cuya excitación e identidad sexual primaria proviene del uso de la tecnología y no de la relación con otras personas. Los investigadores de este artículo describieron el fenómeno como la expresión sexual que podría definir un futuro no muy lejano.
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Es probable que te estés preguntando en este momento si has usado o no la tecnología para provocar, iniciar o mantener una excitación sexual. Y es muy probable que te respondas que sí. ¿Has usado alguna vez un vibrador? ¿Has visto películas eróticas en tu tableta o computadora? ¿Has practicado el sexting? ¿Has jugado con tu pareja a mandarse audios o fotos cachondas? Si respondes que sí al menos a una pregunta, entonces la tecnología ha estado involucrada en tu vida sexual.
Ahora bien, respecto a la definición concreta de digisexualidad, existen dos “corrientes” que se sitúan en los extremos. En un extremo, tenemos a los que definen a un digisexual como una persona que solo obtiene placer sexual de entidades digitales (primordialmente robots sexuales y juguetes inteligentes). En el otro extremo están quienes creen que, debido al nivel de integración que tenemos con la tecnología, todos somos digisexuales de alguna forma.
¿La digisexualidad es algo del futuro?
La respuesta es no. En realidad es algo que ya sucede, podría ser que se intensifique en el futuro, pero existe y ya hay quienes se identifcan como digisexuales en el primer sentido del término explicado arriba. La psicóloga y terapeuta sexual Holly Richmond, afirma que tiene a varios pacientes que se identifican como digisexuales, los define como “alguien que tiene una fuerte preferencia o se siente más cómodo con expresarse sexualmente a través de o con una pieza de tecnología”.
La doctora comenta que hay algunos pacientes cuya única interacción sexual es con entidades digitales como la pornografía en Internet, los juguetes sexuales inteligentes o robots; pero que en otros casos, las personas tienen experiencias sexuales con otros humanos pero siempre mediadas por la tecnología (como sexo por video chats, sexting, etc.) y no se sienten cómodos imaginando una interacción física real.
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¿Soy digisexual? ¿Qué hago?
Según la doctora Richmond, el digisexual prototípico suelen ser hombres (aunque también hay mujeres, son la minoría) de entre 20 y 30 años, que pueden haber crecido jugando videojuegos, usualmente solitarios y casi siempre tímidos, introvertidos y con altos grados de inseguridad y ansiedad social; razones que explican que se sientan más cómodos sin interactuar con otras personas, pues sienten que serán juzgados.
¿Es malo ser digisexual? En realidad todo depende de cómo te sientas. Hay quienes sufren al saberse en esta situación y desearían poder conectar con las personas en un nivel físico; pero hay también quienes se sienten a gusto con esta preferencia y no desean cambiarla. En el primer caso, la solución empezaría por consultar a un psicólogo y a un terapeuta sexual para trabajar en las inseguridades que podrían ser la causa.
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