Nicolás Guillén: dos poemas eróticos para la negritud

8 abril, 2020 1 min de lectura
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Madrigal

Tu vientre sabe más que tu cabeza

Y tanto como tus muslos.

Ésa

Es la fuerte gracia negra

De tu cuerpo desnudo.

Signo de selva el tuyo

Con tus collares rojos

Tus brazaletes de oro curvo

Y ese caimán oscuro

Nadando en el Zambeze de tus ojos.

Mujer nueva

Con el círculo ecuatorial

ceñido a la cintura como a un pequeño mundo,

la negra, la mujer nueva,

avanza en su ligera bata de serpiente.

Coronada de palmas

como una diosa recién llegada,

ella trae la palabra inédita,

el anca fuerte,

la voz, el diente, la mañana y el salto.

Chorro de sangre joven

bajo un pedazo de piel fresca,

y el pie incansable

para la pista profunda del tambor.

¡Dale sentido a tus sentidos!

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