En 1987 salió al mercado uno de los discos más exitosos de la icónica banda Guns N’ Roses. No es secreto para nadie que esta banda no hacía las cosas a medias ni de forma discreta (es más, mientras más polémica, mejor para ellos) ; además Axl Rose era un perfeccionista y cuando una canción no le parecía perfecta, era capaz de hacer cualquier cosa para mejorarla y que quedara como él quería; sí, cualquier cosa.
Tampoco es un secreto para nadie que Guns N’ Roses encarnaba como pocos la consigna “Sexo, drogas y Rock&Roll”. De hecho, una de las anécdotas más conocidas de la banda es respecto al nombre de su vocalista: el encantador seudónimo del cantante (Axl Rose) es anagrama de Oral Sex, lo cual nos deja ver mucho sobre la personalidad y las pasiones de William Bruce Rose (su nombre real).
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Pero vayamos directamente a la anécdota que nos concierne hoy: estamos en 1986, mientras la banda graba el disco Appetite For Destruction, y Axl descubre que algo le falta a la canción Rocket Queen, que cierra el disco. Después de mucho pensar (¿o no?), la brillante idea que se le ocurrió fue agregar un poco de sabor al solo con sonidos sexuales. Y como los técnicos del estudio no iban a contradecir a Rose, así se hizo.
Efectivamente, si has escuchado esta canción, es difícil no darte cuenta de los gemidos y sonidos que se adueñan del track a partir del minuto 2:40. Y a la hora de grabar este original solo sexual, Axl Rose decidió hacerlo a la antigüita: en el estudio, bajo la mirada avergonzada del ingeniero de sonido. Pero quizá lo más interesante del caso es quién fue la chica que accedió a esta inusual colaboración “musical”.
Habiendo podido elegir prácticamente a cualquiera de sus múltiples groupies (en ese entonces Rose era todo un sex symbol), Axl eligió a Adriana Smith. ¿Quién era ella? La entonces novia de Steven Adler, el baterista del grupo. Así es, no solo le dibujaron cuernos al baterista, sino que inmortalizaron la infidelidad en un título mundialmente famoso. Claro, como buenos rockeros, después se compartieron el amor de Adriana.
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“Para esa canción había algo que había tratado de hacer con varias personas: un acto sexual grabado. Fue algo espontáneo pero premeditado; algo que quería poner en el disco. Era una canción sexual y fue una noche salvaje en el estudio“, declaró Axl Rose. Y claro, cuando Adriana llegó al estudio enojada porque se había peleado con Adler y escuchó este artístico argumento, decidió cooperar para el éxito del disco.
Y regresando al tema de cómo se grabó esta parte de la canción, hay algunos datos curiosos que se conocen al respecto; por ejemplo, se sabe que Michael Barbiero, el ingeniero de sonido designado en primer lugar para grabar el coito, se negó a participar en tal cosa y delegó la tarea a su asistente Victor Deyglio, quien, a mitad de la acción, tuvo que ir a reemplazar un micrófono que los muchachos tiraron a causa de la emoción.
¡Dale sentido a tus sentidos!
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