¿La Tabla Maya predice el sexo de tu bebé?

Hace muchos años no existían los métodos modernos para saber el sexo del bebé gestándose en el vientre, nada de ultrasonidos, ecografías ni imágenes 3D; sin embargo, la curiosidad es innata al ser humano y siempre quiere saber. Así pues, antes de la tecnología se usaban métodos tradicionales para saber el sexo de un bebé antes de que naciera; uno de esos métodos es la tabla maya.

Es bien sabido que los mayas fueron unos genios en muchos aspectos: aportaron grandes conocimientos para la astronomía, las matemáticas (el concepto de cero), la ingeniería, la escritura, etc. Y todo eso gracias a una cualidad que en gran medida hemos perdido en medio de tanta tecnología: la observación. Los mayas observaban todo detenidamente: el cielo, la naturaleza y las recurrencias estadísticas de todo.

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¿Cómo funciona la tabla maya?

Basándose entonces en la observación y la estadística, se sabe que los mayas desarrollaron este método para predecir tanto la fecha de nacimiento como el sexo del bebé que esperaban las mujeres. La tabla maya es muy sencilla y se basa en dos datos clave: la edad de la futura mamá Kinky y el mes en que se concibió: el primer dato se muestra en el eje “y” (vertical a la izquierda) y el segundo en el eje “x” (horizontal hasta arriba).

De acuerdo a la tabla, si ambos datos son pares o impares tendrás a una niña; mientras que si uno de los datos es par y el otro impar, tendrás a un niño. Por supuesto, no existe evidencia científica que avale o respalde este antiguo método; sin embargo, los mayas se basaron para su creación en las fases lunares (que siempre se han asociado a lo femenino) y muchas mujeres aseguran que la tabla maya ha predicho correctamente. 

Otros métodos tradicionales 

Hay otros métodos no científicos que se han usado durante años para intentar saber el sexo del bebé. Si bien hoy en día sabemos de su ineficacia y contamos con técnicas exactas, no dejan de ser algo curioso e, incluso, algo en lo que algunas abuelas siguen creyendo, por ejemplo eso de que si la panza es puntiaguda será niño, mientras que si la panza es más redonda será niña. 

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La tabla china también tiene sus adeptos y es en realidad muy parecida a la tabla maya, solo que los chinos utilizaban la edad lunar de la mujer y el mes de concepción. Existía también algo que se llama la “prueba de la rana”, una cosa rarísima (y cruel, para ser honestos) en que se le inyectaba a una rana un poco de orina de la mujer embarazada y dependiendo de la reacción del animal se “sabía” el sexo del bebé. 

En fin, como decíamos al principio, el ser humano siempre encontrará formas, desde las más ridículas hasta las más sustentadas, para saciar su curiosidad y su deseo de saber. Y aunque hoy en día ya puedes saber el sexo de tu bebé desde muy temprano en el embarazo y de forma muy certera, este tipo de métodos siguen usándose como mero entretenimiento y juego durante esta etapa.

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