Incluso si empiezas una relación con la idea de que sea algo casual, puede y suele ocurrir que de pronto te empieces a enamorar.
Es muy común empezar una relación pensando “esto es solo casual, nada serio, solo quiero pasarla bien y ya veremos qué pasa”. Y de pronto pasa, sin darte cuenta ni cómo ni cuándo, de pronto ya estás enamorado hasta las manitas. Suele pasar, sobre todo cuando se genera una conexión muy fuerte con la otra persona, así que hoy te diremos cuáles son los signos de que eso ya no solo es algo casual y te estás enamorando.
De pronto te das cuenta de que siempre que te pasa algo (bueno o malo), que tienes noticias, temores o dudas, piensas en contárselo a ella. Se vuelve la persona a la que recurres automáticamente cada vez que tienes cosas importantes que compartir; si son buenas noticias porque deseas profundamente compartir tu felicidad con ella, si son malas noticias porque sientes que ella es la única que puede hacerte sentir mejor.
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Cuando andas en una relación casual sueles fijarte en otras mujeres y hasta fantasear con ellas; según diversos estudios, prestar atención a potenciales parejas sexuales muestra una disminución del compromiso emocional; por lo tanto, cuando empiezas realmente a enamorarte, notas que tu mirada está centrada únicamente en ella y solo ella despierta tu deseo y tu ternura, literalmente solo tienes ojos para ella.
Cuando no estás involucrado emocionalmente, no te tomas el tiempo de investigar sobre sus intereses o de compartir gustos; en cambio, cuando el amor llega, empiezas a desarrollar un interés genuino por las cosas que a ella le apasionan. Realmente quieres conocerla tanto como sea posible, quieres encontrar formas de conectarte con ella, y para eso buscas, investigas y hasta ves tutoriales sobre sus más profundos intereses.
El placer sexual debe estar presente incluso si se trata de una relación de f*ckbuddies o de una sola noche, pero está comprobado que el amor (o, en general, el hecho de que haya conexión emocional) genera una profunda satisfacción sexual que no es tan fuerte cuando no hay sentimientos implicados. O sea que puedes tener sexo muy satisfactorio sin estar enamorado, pero cuando lo estás, el sexo te hará volar.
Una señal que tenemos que tratar con cuidado. Es normal que, cuando te empiezas realmente a enamorar, tengas sentimientos de celos pues no quieres que ella esté con otro y la deseas solo para ti. Sin embargo, aunque esto es normal, debes ser muy consciente para evitar que este sentimiento evolucione y se convierta en un problema, pues nadie querrá a un celópata como pareja formal.
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Te hace reír, te gusta, te intriga, te toca, te deslumbra, la admiras, el tiempo vuela cuando estás con ella… No importa lo que hagan, su presencia es una fuente de placer para ti, te encanta pasar tiempo a su lado y cuando están juntos te sientes pleno, satisfecho, como si no necesitaras nada más. Sí, suena muy idealizado, pero es que justamente así te sientes cuando te estás enamorando en serio.
Finalmente, sabes que la cosa va en serio cuando empiezas a pensar en un posible futuro juntos, eso indica que ya no lo ves como algo temporal o como una fase, sino que realmente quieres pasar tu tiempo a futuro con ella; empiezas a soñar despierto con determinadas cosas: puede ser la paternidad (si es que es lo tuyo), o hacer un viaje o vivir juntos, o tener una mascota, etc.
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