Osaka es considerada la capital mundial de los Love Hotels: hay muchísimos e incluso una leyenda dice que ahí fue donde se originó este término (Love Hotel) para referirse a los moteles temáticos para parejas. Pues en esta enorme y moderna ciudad nipona se encuentra el Angelo Love Hotel, un lugar fascinante, envuelto por un velo de misterio, que inspiró la creación del documental “Love Hotel” en el año 2014.
El negocio de los Love Hotels es uno de los más lucrativos de Japón y genera más de 25.000 millones de libras al año. Con una larga historia que se remonta a los años 70 (cuando se registra la aparición del primer Love Hotel en Osaka), han pasado de ser lugares “prohibidos” y estigmatizados por una sociedad tan conservadora como la japonesa, a convertirse en lugares con diseños y conceptos increíbles, ya más aceptados por la sociedad como espacios para la expresión sexual.
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En el documental “Love Hotel”, los directores Phil Cox y Hikaru Toda se enfocaron en el Angelo Love Hotel y buscaron mostrar la vida cotidiana tanto del gerente y el personal del hotel, como de los huéspedes. Phil y Hikaru querían hacer la primera película que mostrara al mundo lo que sucedía dentro de estos espacios, sin perder el velo de misterio erótico del lugar. El resultado es una tierna contemplación sobre el amor y la soledad en una ciudad-monstruo como Osaka que apenas ofrece unos pocos lugares de intimidad.
Este lugar se ufana de mantener el anonimato y la privacidad de los visitantes y, de hecho, todos los que aparecen en el documental dieron su autorización expresa para ello. Algo que le fascinó a Phil Cox fue la variedad de visitantes: “en un solo espacio, en un edificio, tenía potenciales historias muy íntimas de ricos y pobres, viejos y jóvenes, que por un momento estaban uno al lado del otro. En un solo Love Hotel tenía una ventana a la sociedad japonesa”.
Japón es conocido por ser uno de los países que más exigen a sus trabajadores en el mundo. Con esta cultura profundamente estricta, que solo ve por los resultados sin preocuparse a veces por las necesidades humanas de privacidad e intimidad, los moteles como el Angelo -uno de los más visitados de Osaka- representan espacios para el escape mental y el juego, para olvidarse por unas horas de la carga laboral y el estrés cotidiano.
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Los cuartos del Angelo Love Hotel son visualmente deslumbrantes. Encontrarás un enorme mural de Dita Von Teese en color rojo suave y vino, muebles de los años 60 y tapices vintage, una iluminación espectacular y sillas con flecos color púrpura. Algunas habitaciones son de temática deportiva o están iluminadas con luces de neón; además, todas están equipadas con karaoke, máquinas de pachinko, bolas de discoteca, juegos de Nintendo y, obvio, montones de juguetes sexuales.
Además de la crisis por la pandemia, los Love Hotels han sufrido recientemente una nueva y estricta regulación debido a una controvertida ley llamada “Ley del Entretenimiento”, que les impone impuestos exorbitantes. Con el “argumento” de que estos espacios promueven actividades “moralmente sospechosas”, el gobierno trata de ejercer control incluso sobre aquellos aspectos más privados de la vida de las personas y, lamentablemente, muchos Love Hotels están en riesgo de no sobrevivir.
¡Dale sentido a tus sentidos!
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