Te decimos cuáles son las producciones cinematográficas que puedes encontrar en este ciclo.
Florian Hetz es un artista alemán nacido en Berlín y que reside actualmente tanto en la capital germana como en Los Ángeles. Su vida es un ejemplo de resiliencia y su obra artística es una oda a la belleza y el placer. Hetz inició su carrera en Berlín como productor de ópera y danza, pero de pronto, una fuerte encefalitis puso fin abruptamente a su vida profesional y tuvo que dejarlo todo.
Como parte de su proceso personal de recuperación y con la idea de combatir la posible pérdida de memoria que podría dejar la inflamación cerebral, a Hetz se le ocurrió tomar una cámara para documentar cada uno de sus días, como una especie de diario visual. Empezó, pues, tomando fotos muy casuales de sus amigos y amantes, hasta que se apasionó con la foto y empezó a crear fotos más abstractas de sus deseos e ideas.
Te recomendamos: Fotografía erótica: 6 genios detrás de la lente
La mayor parte del trabajo de Hetz gira en torno a su identidad como hombre gay, a un erotismo fragmentado y a algunos recuerdos ocultos anteriores a su salida del clóset. Al tomar primerísimos planos de partes del cuerpo y gestos aparentemente cotidianos, Hetz devela su naturaleza profundamente erótica. Su trabajo se caracteriza por una hermosa sencillez en la que no se necesita de grandes artificios: solo de la mirada del fotógrafo.
Las fotografías que más caracterizan su estilo son las que pertenecen a la serie “Haut” (Piel). Destaca primordialmente la estética fragmentada de los cuerpos; como el nombre de la serie lo dice, nunca vemos cuerpos enteros, solo vemos trozos de piel que, al fraccionarse y mostrarse como porciones de un todo, le dejan al espectador la libertad de imaginarse el todo y, mejor aún, de imaginar la historia detrás de los fragmentos.
Te podría interesar Tom of Finland: la revolución sexual desde el arte
En su serie “Koerper” (Cuerpo) alcanzamos a ver un poco más de esos cuerpos que le sirven de inspiración, pero nuevamente, nunca vemos el todo entero, siempre se presentan los modelos recortados, en encuadres fuera de lo común que destacan determinado elemento, como algún hueso, venas, vello corporal, pliegues de la piel o alguna interesante forma creada con las partes del cuerpo.
Finalmente, para algunas de sus fotografías (las menos) no utiliza modelos humanos y, en cambio, se sirve de elementos de la naturaleza, como frutas, verduras o flores, para crear imágenes que remiten al sexo masculino o, en general, a la sensualidad y al placer físico. Muy a la manera de lo que hace Sara Lorusso con las frutas, Hetz les da una nueva lectura a estos objetos que, ya de por sí, tienen implicaciones eróticas.
¡Dale sentido a tus sentidos!
Esto también te podría gustar: Bob Mizer, ícono y pionero del homoerotismo