Franco Fontana es un fotógrafo de gran trayectoria y reconocimiento internacional que a sus 87 años sigue tan activo como hace 50 años. Nacido en Módena, Italia en 1933, empezó a dedicarse a la fotografía en el 61 y realizó sus primeras exposiciones individuales en 1968, a los 35 años. Aunque podría parecer un inicio tardío para un artista, él se encargó de demostrar que no importa a qué edad se comience, lo que importa es apasionarse por la actividad a emprender.
Al día de hoy, ha publicado más de setenta libros, sus fotografías han aparecido en todo el mundo en más de 400 exposiciones, individuales y colectivas; su obra se encuentra en las colecciones de galerías públicas y privadas, entre las que destacan: la Bibliothèque Nationale de París, el Museo de la Fotografía de Nueva York, el Museo Stedelijk de Ámsterdam, la Galleria Civica d’Arte Moderna e Contemporanea en Turín y el Victoria and Albert Museum de Londres.
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Su obra más conocida se caracteriza por sus tintes de minimalismo y abstracción; líneas rectas y colores brillantes hacen que sus composiciones se perciban de una forma muy geométrica, casi como pinturas de Rothko o del expresionismo abstracto. La simetría y el cuidado de las formas son inconfundibles, sobre todo en sus series de paisajes; pero hoy hablaremos en particular de su sensual y sugerente serie “Swimming Pool”.
“Swimming Pool” se caracteriza, como su nombre lo indica, por el hecho de que solo utilizó un set: una alberca. En estas sesiones fotográficas, las modelos “jugaban” desnudas en todos los rincones de la alberca y sus orillas, mientras el fotógrafo disparaba desde diversas perspectivas, buscando transmitir la frescura y la tranquilidad de un día de verano, sin preocupaciones, disfrutando de las sensaciones del agua y el sol.
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Por supuesto, lo primero que sobresale en toda la serie es la predominancia del color azul del agua, el cual se ve intervenido por el color claro de los cuerpos de las modelos. Algunas de las fotografías son debajo del agua y otras desde afuera de la alberca; en algunas solo vemos un cuerpo que atrae toda nuestra atención, mientras que en otras se juega con distintos planos y varias modelos al mismo tiempo.
Pero quizá lo más interesante son los juegos de la luz con el agua. Parecido a lo que explora Marta Syrko en sus fotografías submarinas, Fontana juega con los reflejos y figuras que produce la luz del sol sobre el agua o a través de ésta. Estos dibujos caprichosos que forma la luz generan una analogía visual con las formas y las curvas del cuerpo femnino que, igual de caprichoso que el agua y la luz, se mueve naturalmente dentro de la fotografía.
¡Dale sentido a tus sentidos!
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