Ser Kinky es toda una actitud de vida basada en ser capaz de encontrar el potencial erótico de todas las cosas a tu alrededor; para poder hacer eso, tienes que empezar por descubrir el potencial de tus sentidos, lo cual te llevará a que el estilo de vida erótico te llene de plenitud y satisfacciones. Pero, el primerísimo paso puede ser más retador de lo que parece: se trata de quitarte 3 miedos esenciales que suelen detenernos en muchos aspectos de la vida.
El miedo es un proceso natural que de hecho tiene una función evolutiva (era el miedo el que hacía huir a los cazadores del peligro); sin embargo, en la actualidad, la mayoría de los miedos que nos impiden avanzar no tienen ya esa función. Por ejemplo, uno de los más fuertes: hacer o no hacer algo por miedo a lo que los demás dirán o pensarán de nosotros. Ese es el primer miedo que debes superar para Ser Kinky; de otra forma, podrías terminar, sin darte cuenta, viviendo tu vida solo para agradar a otros.
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Ok, no está mal tener una zona de comodidad y estabilidad, no decimos que todo el tiempo tengas que estar saliendo de tu estabilidad; sin embargo, está comprobado que cuando te estancas en esa zona “segura” en la que sientes que no arriesgas nada, tampoco avanzas. Aquí es donde aplica el famoso “el que no arriesga, no gana”; sí, puede que no sea cómodo al inicio salir de la confort zone, pero las recompensas a mediano plazo pueden darle un giro total a tu vida.
Se relaciona con el punto anterior, pero aquí hablamos específicamente de atreverte a hacer cosas cuyos resultados quizá no conozcas del todo. Y sí, hablamos desde en aspectos sexuales (como atreverse a nuevas prácticas y aventuras) hasta en aspectos de vida, como atreverte a usar ese vestido que nunca te atreviste, como lanzarte en paracaídas, como probar comidas exóticas o visitar un motel si nunca lo has hecho.
Si vences tus miedos, entonces te atreves y si ya te atreviste…
¡Hazte Kinky!
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