Toca, siente, provoca… Let’s Kinky

27 marzo, 2016 2 mins de lectura
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Las caricias detonan reacciones físicas insospechadas, no desaproveches todos los beneficios que puedes obtener al hacerlas, así como sucumbir ante ellas. Acariciar provoca un bienestar único entre dos personas, siendo éstas, el lenguaje más seductor que permite una comunicación a profundidad entre dos seres.

Empieza por ser consciente de tu cuerpo, identifica los límites y date permiso de sentirte mejor en cada milímetro de tu piel. Cuando nos dejamos acariciar, volvemos por unos instantes, a ser niños, a permitir altos grados de confianza en la persona que nos acompaña.

Las caricias despiertan la sensualidad y ponen en funcionamiento la excitación con la mágica combinación de cariño, deseo y ternura. Hay muchas oportunidades para acariciarse, las caricias se expresan en diversas formas, los masajes corporales cuando se hacen para procurar placer y relajación sin pedir nada a cambio, guardan el justo medio entre el contacto físico y un espectáculo visual. Caricias auditivas, esas palabras que agradan tanto a la mente como al cuerpo.

Acariciar con la mirada, ver a alguien con amor, con deseo o admiración, la mirada es una caricia muy poderosa.

No se trata sólo de acariciar lugares con connotación sexual. Para cualquiera, resulta sumamente agradable dar y recibir caricias en la cara, en las manos, en el cuello… son muestra clara de una demostración de proximidad y cercanía.

Dar y recibir caricias es todo un arte, no hay reglas, una caricia siempre es un regalo bien apreciado, así que ¡Toca, siente, provoca… Let’s Kinky!

Ahora que sabes la importancia de las caricias, te invitamos a que roces el oído de tu pareja por medio del Dirty Talking