En el mundo de los LoveToys, vibradores hay muchísimos; de hecho, si te asomas a una sex-shop, te darás cuenta de que la sección más nutrida es justamente la de vibradores: los encuentras en una variedad inmensa de formas, tamaños, colores, materiales y funciones. Sin embargo, no cualquier vibrador es Kinky y no cualquier vibrador resulta placentero y adaptable tanto para hombres como para mujeres.
Por eso queremos presentarte hoy uno de los mejores vibradores que hemos conocido. Literalmente lo tiene todo: es lindo (casi puede ser tierno), elegante y femenino sin caer en lo cursi, tiene un tamaño justo -ni demasiado grande ni tan pequeño como las balas vibradoras-, tiene la potencia de vibraciones que necesitas y, lo mejor de todo, una variedad de usos que te permitirá darte placer a ti misma y también a tu pareja.
A primera vista, se trata de un lindo conejito negro con largas orejas y mejillas rosas; sin embargo, una vez que lo enciendas te sorprenderás con los distintos niveles de vibración (desde leve para las muy sensibles, hasta fuerte para las chicas rudas) y los diferentes patrones de vibración. De inmediato, tu conejito pasará de tierno a Kinky y comenzarás a pensar en las muchas formas en que puedes usarlo; aquí van algunas.
Si eres una mujer predominantemente externa, entonces vierte una buena cantidad de lubricante sobre las orejitas de tu Kinky Rabbit y comienza a jugar con tu zona genital: puedes abarcar tus labios mayores y menores con las orejas enteras, y cuando quieras concentrar las sensaciones, coloca tu clítoris justo en la intersección de las orejitas, en ese pequeño espacio que forma un hueco ideal para este fin.
Si lo que quieres es más bien estimulación interna, no necesitas forzosamente un objeto fálico; al contrario, a veces los vibradores fálicos son muy toscos y pueden ser incómodos para algunas mujeres. En cambio el Kinky Rabbit es ideal. Previa aplicación de lubricante, junta las dos orejas de tu conejo e insértalas en tu cavidad vaginal; al encontrarse ya dentro se abrirán de nuevo y las sensaciones serán increíbles.
Uno de nuestros favoritos: estimulación de zona G y clítoris al mismo tiempo. Es muy sencillo, simplemente inserta una orejita en tu vagina y deja la otra fuera, recargada sobre tu pelvis; de esta forma, la orejita que entró estimulará tu zona G y la que quedó afuera estimulará tu clítoris. Créenos, ¡es un doble placer que no te imaginas hasta que lo pruebas!
Y sí, también puedes usar tu Kinky Rabbit para estimular a tu chico. ¿Cómo? Masturbándolo con él. Como siempre, pon mucho lubricante ya sea en el conejo o directo en el pene de tu pareja; entonces abre las orejitas, coloca el miembro en medio y comienza el movimiento hacia arriba y hacia abajo; verás que las vibraciones, junto con el movimiento, lo llevarán a lugares insospechados.
Entonces qué, ¿ya te animaste a comprarte un conejito de estos?
¡Atrévete!
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