Credo
Es verdad, Ligia, eres feminista
salvo cuando,
–pájaro en mano–
un falo cruza entre nosotras.
Libido
Verdad es, Catulo,
mi coquetería nace del corazón,
y una suerte de dardo
que en mi sexo pulsa
lanzo
para que pierdas tus sentidos.
Incertidumbre
Debo reconocerlo. Cada vez que te encuentro,
un ardiente cosquilleo y un impulso brotan,
una corriente de fuego me orilla hasta ti.
Levanto la vista.
¿Cómo saber si esta pasión que me recorre
es animal del hambre o es amor?
Tu pelo
tus brazos
tus ramas
y el cuenco de mis manos
para tu largo viaje.
¡Dale sentido a tus sentidos!
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