Llegué despacio a tu puerta
Sabiendo que me esperabas,
Mis sentidos se excitaban
Por encontrarte despierta;
Ya la tarde estaba muerta
Ahora reinaban la sombra,
Di unos pasos en la alfombra
Buscando a tientas tu cuerpo
Siento el corazón abierto
Que salta como una alondra
Mis manos ávidas llegan
A tocar del pie tus dedos;
Con los míos hago un enredo
Como preámbulo a la entrega.
Suben por la pierna y juega
Mi tacto con tu epidermis
Y entre tus vellos se pierde
En erótica caricia
Que te hace sentir delicias
Mientras la sangre te hierve.
Mis labios, que han sido mudos
En todo este sensual juego,
Solo musitan un ruego
Para quitar los escudos
Que el apretar de tus muslos
Impone a la castidad,
Aunque a decir la verdad
Tú estás como yo, ansiosa
Por entregar esa rosa
Que acabe tu pubertad.
Y consumamos la entrega
Toda en plena comunión;
Apretando el corazón
Dentro del alma que ruega,
Suceda lo que suceda
No separarnos jamás
Porque el sexo es algo más
Que solo usar nuestro cuerpo,
Es dar amor sin aliento
Para no olvidar jamás.
Arturo Mendoza Rangel
¡Dale sentido a tus sentidos!
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