Alabastro
Amo
la intensidad del deseo
titilando en su mirada
la vibrante elevación de sus pezones
y el bermejo terciopelo
resguardando la tibieza
de su vientre enamorado.
Amo
cada golpe de cincel
martillado por mi mente
en el frío alabastro
de su translúcida piel
que algún día será humana
si persevero en mi sueño.
Huellas
Besa el frío mar la suave arena
borra celoso las huellas de tus pies,
jeroglíficos grabados en mi mente,
no sé si vienen o se alejan.
Dime si eres realidad o fantasía,
translúcida habitante de mis sueños,
figura dibujada por mis ansias,
con alma de espuma y de salitre,
con cuerpo de óleo y trementina.
En tu profundidad dormir,
y sólo despertar como un atlante,
flotando junto a ti
en un mundo azul y cristalino,
envuelto entre las algas de tus rizos,
feliz, en las esponjas de tus pechos.
¡Dale sentido a tus sentidos!
Te podría gustar también: Dos poemas de la uruguaya Delmira Agustini