El arte erótico de Mateja Petkovic

Redacción Kinky

4 marzo, 2020 3 mins de lectura

Mateja Petkovic es un artista nacido en Serbia pero que reside actualmente en Alemania. La mayoría de las imágenes creadas por este talentoso joven tienen una peculiaridad que las hace únicas: son trabajos completamente digitales, pero que parecen hechos al óleo. Es impresionante la habilidad que tiene, pues si te fijas bien en muchas de sus obras, podrías jurar que se alcanzan a ver los trazos y las pinceladas.

Así pues, Petkovic es propiamente un artista digital: crea y procesa sus obras en computadora o tableta. Pero entonces, ¿por qué imitar y no pintar al óleo? Mateja estudió arte y, como es de esperarse, estudió a todos los grandes maestros y todas las grandes técnicas de la pintura; se enamoró de la capacidad del óleo para generar texturas y se retó a sí mismo a provocar ese mismo efecto de texturizado pero digitalmente.

Te recomendamos: 8 pintores eróticos que debes conocer para despertar el deseo

Petkovic tiene una obsesión con el cuerpo humano, por lo que en cuestión de temática, siempre encontraremos en sus obras individuos o parejas desnudas, en poses sugerentes pero sutiles que destacan la sensualidad natural de las formas corporales. Realmente el artista intenta sumergirnos en un mundo propio en el que el erotismo es omnipresente: todo en la imagen es erótico, desde la elección de colores hasta las poses o gestos de los personajes.

En sus obras podemos ver mucha influencia del impresionismo, puesto que él no intenta ser realista sino transmitir la impresión y el estado anímico provocado por un cuerpo o un rostro. Las “pinceladas” (que ya sabemos que no lo son) tan marcadas recuerdan también a artistas como Van Gogh, cuyas obras solo son apreciadas en su totalidad al verse de lejos, pues de cerca nos podemos confundir con tantos trazos aparentemente burdos.

También te podría gustar Van Gogh: cine y pintura juntos por un mundo más Kinky

Otro aspecto importantísimo en la obra de Petkovic es el color. Si bien la mayoría de sus desnudos presentan colores suaves casi pasteles, encontramos también otras obras en las que explota el azul o el rojo y los contrastes de luz se vuelven muy evidentes, haciendo que así sobresalga aún más el cuerpo desnudo o la expresión del rostro.

También se puede notar cierta influencia del cubismo, pues muchas de sus imágenes están construidas con bases geométricas que dan la impresión de que estuviéramos viendo un caleidoscopio o las siluetas de los personajes a través de un vitral; esto le añade un toque onírico a sus “pinturas” que nos envuelve en la atmósfera del erotismo y el placer.