Si estás con tu pareja, o estás esperando a que acabe la cuarentena para verte con tu cita anhelada, hoy te hacemos una propuesta que te encantará. Ver estas películas con tu amorcito y, luego, reproducir su más icónica escena erótica. Traten de reproducir todas las condiciones (posiciones, ambiente y hasta música), de forma que, por unos momentos, se sientan los personajes de estas maravillosas historias.
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Nuestras queridas lectoras sáficas, indudablemente tienen que reproducir la famosísima escena de casi 7 minutos de “La vie d’Adèle”. Esta película francesa ganó la Palma de Oro en Cannes en parte por las interpretaciones hiperrealistas de Seydoux y Exarchopoulos, dos mujeres que se enamoran y tienen sexo maravilloso. La escena se volvió famosa, pues no son comunes escenas tan largas de sexo en el cine.
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Hoy se le llama Sploshing, pero cuando la película salió no era tan común ni se hablaba de ello: el placer del sexo y la comida. La escena va así: Rourke sienta a Basinger al pie de su refrigerador y comienza a darle todo tipo de alimentos blandos y pegajosos; Basinger sorbe las fresas de la mano de Rourke mientras “Bread and Butter” de Newbeats suena como banda sonora. En un sutil juego de poder, poco a poco empiezan a comerse mutuamente.
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Esta es la escena a imitar si lo que quieres es un trío de dos hombres y una chica. Luisa provoca una rivalidad entre los dos jóvenes, pues tiene sexo con cada uno por separado, pero en determinado punto, los chicos y Luisa se emborrachan, comienzan a bailar, ella los acerca más, empiezan a besarse y tocarse al ritmo de la música hasta que termina llevándoselos a su habitación para tener sexo con ambos al mismo tiempo.
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Para nuestros lectores gays, les traemos esta recomendación. En Moonlight, el protagonista, Chiron, experimenta su primer encuentro sexual con su compañero de estudios Kevin en una playa tranquila y aislada. Su torpeza puede dar testimonio de la incomodidad de las primeras experiencias de un adolescente, pero el enfoque del director hace que se vuelva entrañable, tierna y reveladora.
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Otra para chicas. Y otra vez, como en el caso de Moonlight y de La vie d’Adèle, tenemos representada la primera vez con alguien de su mismo sexo de uno de los personajes. En este caso, Therese vive su primera vez con Carol, una mujer mucho mayor que ella, en una habitación de hotel. Carol le enseña la pasión y el erotismo en una época en que las mujeres no podían mostrarse atraídas mutuamente en público.
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Esta película es erótica en muchos aspectos, y coloca el erotismo, sobre todo, en la idea de la escritura, por lo que los cuerpos de los protagonistas se vuelven lienzos que despiertan la pasión. Quizá una de las escenas más eróticas es cuando Jerome (Ewan McGregor) y Nagiko tienen sexo sobre una cama llena de hojas de libros y ruedan sobre ellas mientras sus cuerpos son bañados por la luz que entre de la ventana.
¡Atrévete y Dale sentido a tus sentidos!
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