El día de hoy te contaremos todo acerca de una de las películas más polémicas de los últimos tiempos: Love, de Gaspar Noé. Estrenada en 2015, la película catalogada como “drama erótico” cuenta la historia de Murphy y Electra: ante la desaparición de esta última, Murphy se dedica a recordar su historia de amor, llena de sexo, drogas y más sexo. La cinta se enfrentó a la censura radical en varios países, ahora te diremos por qué.
Gaspar Noé, director argentino radicado en Francia, no es ajeno a la controversia y al escándalo, tan solo basta recordar su exitosa película Irreversible del año 2002. En este film protagonizado por Monica Bellucci y Vincent Cassel, se muestra una cruda violación bajo un puente; no es que en el cine nunca se hayan retratado violaciones, lo que causó polémica fue que la escena se filmó sin cortes y dura poco más de 9 minutos.
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Love generó críticas muy fuertes por un motivo similar; según sus opositores, la película “se excede en escenas de sexo explícitas”, al punto que muchos titulares de la época no dudaron en llamarla película porno. Aquí es quizá importante mencionar que la película se filmó con tecnología 3D, lo cual, sobre todo en cines, aportaba un realismo que, junto con las escenas explícitas resultó intolerable para algunas audiencias.
Algunos pensarán: si ya estamos tan acostumbrados a ver escenas de sexo en el cine, ¿por qué esta película en particular disgustó e incomodó tanto? Bueno, para empezar, las secuencias de sexo no fueron simuladas; la mayoría fueron filmadas sin cortes. Además, el espectador puede ver muy de cerca la acción, por ejemplo, hay una escena en la que el protagonista masculino eyacula directamente en la cámara.
Como dijimos arriba, Love fue filmada en 3D. Fue el director de fotografía, Benoït Debie, quien sugirió que se filmara de esta manera. La cuestión es que aquí, el uso del 3D se pone literalmente al servicio de la intención de Noé de que el espectador sienta todo como si le estuviera pasando (especialmente durante la escena de eyaculación que acabamos de comentar): que la audiencia se excite o se incomode, pero que sienta.
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Otra cosa que causó escozor en el momento de su estreno fue que en Francia se le clasificó como apta a partir de los 16 años: la gente se volvió loca y seis días después, la Ministra de Cultura Fleur Pellerin exigió una revisión de dicha clasificación. Después de demandas en incluso manifestaciones que pretendían clasificarla como pornografía, se logró que se cambiara a “apta para mayores de 18 años”.
Así es, pasados ya cinco años de su estreno en Cannes, la película se lanzó hace unas semanas en Netflix Estados Unidos y, para sorpresa (o no) de muchos, fue todo un éxito y se colocó de inmediato dentro de los 10 más vistos. Obviamente, la polémica resurgió pues, como todos sabemos, la programación de Netflix podría ser vista por cualquier miembro de la familia y, aunque a los gringos les encanta el sexo y la violencia en sus películas, también les encanta la doble moral, ¿o tú qué opinas?
¡Dale sentido a tus sentidos!
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