Si hablas de lujuria
penétrame y encuentra dentro de ti
el río azul las cascadas
y esa piedra filosa que te indica
el volátil momento de mi deseo
Si hablas de lujuria
descubre con tu lengua
lo injusto de ese diminuto momento
Seca la comisura de tus labios con mis senos
… y comienza… sí comienza
la meditación y el encuentro…
Cierra los ojos
y muestra el enervante punto debajo de tu ombligo
muerde con profusión mi paladar
inserta tus dedos en mis surcos
y deposita en tinieblas versos flores
mieles y relicarios
Sedúceme
y entrégame por fin el misterio
Si hablas de lujuria
no persigas finales
simplemente comienza y vuélvete andariego sobre mí
frótame y como lámpara mágica
descubre los reflejos apocalípticos de mis gemidos
y esa manera tan especial de pronunciar palabras entrecortas
Tócate los labios
mírame desvistiendo con suavidad mi cuerpo
roza suavemente mi pelo mi espalda
y la línea vertical que nos separa
Si hablas de lujuria
desnúdate y desde tu ventana
refléjate ante mí
sin sombras
erecto voluptuoso
sin miedo a tocar mi cuerpo
rítmicamente
hasta que la lubricante presunción
de mi recuerdo te bañe
Si hablas de lujuria
une las cortinas atiza el incienso
recoge las sábanas
y desnuda despacio la habitación
Una fragancia perturbadora de mi cuerpo
te guiará hacia mis entrañas
húndete lentamente afila despacio tus senderos
como una oración susurra peticiones
en repique de campanas
en movimientos y silencios
en movimientos y sonidos
en movimientos y deseos
en rítmico seguimiento
En palabras y respuestas
Si me hablas de lujuria… soy
¡Dale sentido a tus sentidos!
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