Es conocida en el medio como la reina de arte erótico en Instagram: tiene más de 400 mil seguidores y el número continúa creciendo cada día. Se trata de Frida Castelli, una artista que reside en Milán y que usa el poder de sus sensuales ilustraciones para lidiar con sus relaciones y fantasías. Castelli comenzó a dibujar solo para compartir sus emociones sobre su pareja, con quien tenía una relación a distancia; luego, el éxito vino solo.
Como toda artista, Castelli encontró la forma más expresiva de exteriorizar su mundo: sus dibujos son una especie de diario de su(s) historia(s) de amor y de sus fantasías autoeróticas. Para ella, el dibujo es la forma más orgánica que tiene de comunicar lo que siente y lo que desea; a través de unas pocas y sencillas líneas, sus dibujos son capaces de expresar lo que hierve dentro de ella y, por supuesto, dentro de todos nosotros.
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Sus ilustraciones son como el mejor de los erotismos: no lo dicen ni lo muestran todo, muestras partes, fragmentos, secciones sugestivas que llevan al espectador a imaginar el resto. Ella sabe perfectamente que contarlo o mostrarlo todo de inmediato, sin dejar que el interlocutor se atreva a interpretar y completar, lleva a una lectura unívoca y poco interesante de la obra… exactamente como ocurre con el erotismo.
En su Instagram, encontrarás un poco de todo su trabajo. La mayoría son dibujos a color que, sin quitarnos nunca la conciencia de que son dibujos, tienen un corte bastante realista: dos manos que se entrelazan sobre una cama hacen que nos imaginemos a los cuerpos que ahí hacen el amor; solo un fragmento del rostro de una mujer nos sugiere el acto sexual y hasta la posición en que la pareja se encuentra, aunque no lo veamos.
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Pero tiene también otros dibujos que llaman la atención por introducir elementos muy significativos pero no realistas, que únicamente son posibles en la imaginación; por ejemplo: una mujer desnuda que quiere alcanzar un corazón puesto sobre una trampa para ratones, una boca que chupa sensualmente una paleta que es en realidad el mundo, o un pubis femenino que, en vez de vello, tiene un panal de miel.
Finalmente, puedes encontrar también hermosas ilustraciones que son relecturas eróticas de grandes obras pictóricas que todo mundo reconoce. Por ejemplo, Castelli reinterpreta el Hombre de Vitruvio de Davinci, pero representando a una pareja que hace el amor; también tiene una especie de intervención de La gran ola de Kanagawa, en la que la ola sale de un pubis femenino y cae sobre el vientre de la mujer.
¡Dale sentido a tus sentidos!
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