La inquietante belleza de las modificaciones corporales

En gustos se rompen géneros, y pocas cosas lo comprueban tan tajantemente como la concepción de ‘lo bello’

13 septiembre, 2016 4 mins de lectura
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¿Qué es lo bello? ¿Qué características debe tener un cuerpo y un rostro humano para poder ser considerado como tal? ¿Nariz respingada, abdomen plano, piel tersa y sin imperfecciones? El mundo de la modificación corporal se impone como enemigo absoluto de estos cánones estéticos y busca, incluso, transformar lo que la mayoría considera defectos (cicatrices, manchas o deformaciones) en elementos instauradores de una belleza alterna.

La modificación corporal no es una práctica ni remotamente nueva, de hecho, algunos antropólogos han rastreado vestigios de modificaciones deliberadas del cuerpo humano en tribus y grupos de hasta 2000 años a.C. La diferencia estriba en que en esas épocas, la motivación para realizar tales alteraciones distaba bastante de lo que hoy suele impulsarnos: más que estéticas (aunque también existían), sus razones eran de carácter simbólico, cultural y/o religioso.

El espectro de las modificaciones corporales es amplísimo y va mucho más allá del tatuaje y el piercing; por ejemplo, en la antigua China se tenía la costumbre de vendar los pies de las niñas de clase alta para evitar su crecimiento: entre más pequeños tuvieran los pies, mayor belleza y distinción social denotaban. La circuncisión es otra alteración corporal (aunque ya no se le considere tal) con orígenes religiosos, cuyas raíces se plantean en la Biblia misma; y algunas tribus de Asia aún practican el alargamiento de cuello por razones culturales y estéticas.

por qué son sexys las modificaciones corporales

Sin embargo, no en vano el tatuaje y la perforaciones son los reyes de la body modification; fueron quizá los procedimientos más simbólicos de su clase, puesto que tenían múltiples y valiosas funciones: servían de método de defensa (ya que le daban una apariencia violenta y temerosa a quien los portaba), eran parte fundamental de diversos rituales iniciáticos en los que representaban fortaleza y valor, e incluso llegaron a considerarse como amuletos portadores de buena fortuna.

Hoy en día, se ha perdido casi por completo el valor simbólico-ritual de las modificaciones corporales y han pasado a convertirse en un vehículo de búsqueda de identidad; es decir, a través de ellas muchas personas buscan reconocerse como seres únicos que – por lo general – desafían las normas y convenciones establecidas, en especial aquellas que pretenden estandarizar las nociones de ‘lo bello’ y ‘lo normal’.

Aparte del clásico tatuaje y de los muchos tipos de body piercing, otras alteraciones corporales han cobrado gran relevancia en los últimos años; por ejemplo, la escarificación (técnica también ancestral), que consiste en plasmar un diseño en forma de cicatriz, ya sea gracias a cortes o quemaduras en la piel; también aumenta el uso de implantes subdérmicos, es decir, la inserción de piezas – generalmente de algún metal esterilizado – bajo la piel, a través de una microcirugía.

por qué son sexys las perforaciones

A muchas personas, estos procedimientos pueden parecerles extremos y desagradables, mientras que otros encuentran en ellos la forma de manifestar una belleza atípica y disruptiva; al final, todo lo anterior se mantiene en el ámbito del gusto y en ese terreno todo cabe. Pero otra cosa es, como ocurre frecuentemente, pretender juzgar la calidad ética, moral o profesional de un individuo con base en criterios tan superficiales como si tiene o no tatuajes.

Por ello, y en armonía con el espíritu de este portal, celebramos todas las formas de belleza y todas las manifestaciones de libertad sanas, auténticas y positivas. ¡Dile adiós a los prejuicios y Hazte Kinky!

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