(fragmento)
Vamos a ver, canción, oro temprano,
secreto terciopelo de la aurora,
empinada alegría de las hierbas.
labios con luz y besos del rocío.
¿Qué esperas para el viento y la aventura
en la noche peor de tus delirios?
¡Cuando alumbra el relámpago
del sexo!
Dame rosas, mujer, quiero los nardos
con aroma y salud de tu cintura;
llevas duendes en el cuerpo y alegría
de espuma, de manzanas y racimos.
Quiero verte junto a mí desnuda y libre,
recibir la electricidad que te circunda,
romper las viejas piedras del destino
como si fueran nueces de la dicha.
Es contigo que voy como en un barco
por océanos nocturnos, casi ebrio
por el alto morir que con tu vida
trasvasas a la mía en tu cintura.
Quiero cantar la fruta de tu cuerpo,
el olor vegetal de lo que es tuyo,
ese vasto rumor de cielo y aire
que golpea en las ondas de tu dicha.
¡Dale sentido a tus sentidos!
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