Así era la habitación erótica de Catalina la Grande

Catalina II de Rusia, mayormente conocida como Catalina la Grande, fue la emperatriz del Imperio Ruso entre 1762 y 1796. Su historia es digna de contarse, ya que en su adolescencia se casó con Pedro III, el heredero al trono ruso que era incapaz de mantener relaciones sexuales por motivos de salud, pero a quien tampoco le interesaba mucho el sexo. 

Ya habían transcurrido años desde que se casaron cuando, al no poder consumar su matrimonio, Pedro III le dio permiso a Catalina II de tener un amante para satisfacer sus deseos sexuales. Sí, en ese entonces era necesario que se le diera permiso a una mujer para casi cualquier cosa. Fue ahí cuando ella se embarazó y empezó a tener un gusto particular por los soldados jóvenes.

¿Te preguntas por qué te estamos contando todo esto? Bueno, es que resulta que Catalina la Grande fue una mujer muy atrevida para su época por el simple motivo de tener una habitación erótica. Así como lo lees, después de que su esposo fuera asesinado, en 1761, ella se convirtió en la cabeza del Estado y ya no le importó dejarse ver como una mujer dueña de su sexualidad.

¿Qué hay de la habitación sexual?

Se dice que, en la Segunda Guerra Mundial, un grupo de tropas invasoras entró a una de las habitaciones donde había vivido Catalina la Grande y encontraron decoración completamente erótica en las paredes y muebles. Eso sí, la mayoría de las fotografías que se pudieron tomar en ese entonces se perdieron a lo largo de la historia, pero algunas siguen circulando.

Lo cierto es que nunca se negó la relación que existía entre Catalina II y el sexo, tanto así que, cuando murió, se creyó que la muerte había sido ocasionada porque Catalina fue penetrada por un caballo, una práctica sexual nada Kinky. Por suerte, se determinó que esa no fue su causa de muerte, sino un ataque de apoplejía fulminante, es decir, la suspensión de la actividad cerebral mezclada por parálisis muscular. 

Como puedes ver, Catalina la Grande rompió todos los esquemas sexuales de su época y tal vez hasta los de la actualidad con su habitación y su vida en general. ¿Tú te animarías a redecorar tu cuarto con temática sexual?

¡Hazte Kinky!

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