© 2023 Created by Jthemes.com
Algunos empiezan la biografía de Cynthia Albritton diciendo que fue una groupie rockera de los años setenta. Pero, si bien el papel de las groupies en la escena del rock es muy importante para la historia del mismo, reducir a Cynthia a una groupie más sería terriblemente injusto. ¿Por qué? Porque antes que eso, Cynthia Plaster Caster (nombre por el que se le conoce) fue y es una escultora, una artista, y, por qué no, una visionaria.
Todo comenzó con su fascinación por el rock. Siempre se había sentido atraída tanto por la música en sí, como por el misticismo que rodeaba a las grandes figuras de la época; como muchas otras chicas, se sentía hechizada por la rebeldía, el desenfado, la contracultura y la energía sexual que despedían figuras como Jimi Hendrix, Jim Morrison, Jimmy Page, Axl Rose, Alice Cooper o Frank Zappa.
También te podría interesar: Elvis Presley: Rock & Roll… & Sex
Cynthia asistía a muchos conciertos y se colaba a los camerinos o las after parties, pero pronto se dio cuenta de que físicamente hablando no llamaba tanto la atención como otras chicas; tenía que encontrar otra forma de acercarse a sus ídolos. Todo esto ocurría a mediados de la década de los sesenta, cuando Plaster entró a la escuela de arte en Chicago y descubrió ahí otra de sus pasiones.
Un día, un profesor les pidió a sus alumnos que hicieran un molde de yeso de “algo sólido que pudiera conservar su forma”. Como buena artista, se puso a pensar en algo fuera de lo común para su proyecto. Fue entonces cuando tuvo la revelación: haría sus moldes de yeso de esos maravillosos paquetes que sus ídolos mostraban bajo sus pantalones, sería un proyecto artístico original y además la oportunidad perfecta para acercarse a ellos.
También te recomendamos: 7 canciones de Bob Dylan que son ideales para entrar en calor
Y así fue. A falta de una belleza estereotípica y extrovertida, Cynthia se acercaba a los rockeros como lo que era: una artista tímida que quería proponerles un proyecto de escultura. De hecho, de ahí viene su seudónimo (“plaster caster” en inglés significa “molde de yeso”). Aunque varios se negaron al principio, el primer artista que accedió a sumergir su pene en yeso para de ahí sacar su molde fue nada menos que Jimi Hendrix, cuyo modelo en yeso, por cierto, es de proporciones impresionantes.
Después de trabajar con Hendrix (el pene más grande que vio en su vida, según la misma Cynthia) en 1968, continuó su proyecto por varios años más, a pesar de que algunos modelos eran difíciles para trabajar. Finalmente, completó una colección de más de 70 penes en yeso, de entre los que destacan los de famosos como Aynsley Dunbar, Jello Biafra, Chris Connelly, Wayne Kramer, Jon Langford, Eric Burdon (de The Animals) y Smutty Smiff.
La cúspide del trabajo de Albritton fue en el año 2000 cuando pudo exhibir sus obras en un evento en el barrio de SoHo de Nueva York; luego ocurrió lo que nunca hubiera imaginado: en 2017 el MoMA PS1 (una sede del MoMA) exhibió también su obra y la gente empezó a comprar sus piezas. Queremos suponer que la pieza más cara de la colección será el molde del gran (en todos los sentidos) Jimi Hendrix.
¡Dale sentido a tus sentidos!
También podría gustarte: Mejor sexo escuchando música juntos
