La francesa Malika Favre, egresada de la Escuela Nacional Superior de Artes Aplicadas de Paris, es una de las ilustradoras más talentosas y solicitadas de la actualidad; aunque quizá su nombre no sea descomunalmente famoso, sus creaciones de estilo único destacan por su técnica simple y depurada y son fácilmente reconocibles por los amantes de la moda, el arte y el diseño.
Después de trasladarse a Londres y de trabajar cinco años con la entonces prestigiosa agencia de diseño Airside, Favre deja la compañía y comienza su camino como artista independiente. Su espléndida capacidad para hallar la belleza en la simplicidad de la imagen cautiva a sus clientes y, muy pronto, su agenda comienza a crecer y las ofertas tocan a su puerta sin cesar.
Su universo artístico parte de la simplicidad y el minimalismo. En su estilo claro y atrevido prevalecen las formas geométricas, los colores primarios, así como el negro y el blanco, e indiscutibles toques retro que nos recuerdan la sensual elegancia de los años cincuenta. El cuerpo femenino aparece de forma recurrente en sus trabajos, siempre erótico, siempre refinado y acentuado por los espacios negativos de la composición. Todos los elementos anteriores determinan la absoluta e innegable eficacia de su obra tanto en el ámbito artístico como en el comercial.
Las obras de Favre nos remiten inevitablemente a dos post-vanguardias de la segunda mitad del siglo veinte: el pop-art y el op-art. Del primero retoma el minimalismo, los colores vivos, la simplificación de formas y, por supuesto, el sentido comercial y publicitario. Del op-art (también llamado arte óptico) rescata, sobre todo, sus juegos de repetición de líneas, curvas o motivos.
Uno de los clientes más destacados de esta artista es la marca de maquillaje y productos de belleza Sephora: Favre ha colaborado en cinco campañas de gran éxito para la marca y es hoy su ilustradora oficial. Ha también participado con firmas icónicas del estilo como Vogue, Vanity Fair, Martell, Gucci y Shop Magazine; así como con marcas de difusión de contenido como The New Yorker, The New York Times, VH1, The Washington Post y la editorial Penguin Books. Para ésta última, creó una bellísima serie de ilustraciones para una edición de lujo del Kamasutra.
Gracias a su enorme cantidad de proyectos creativos y eficaces, Malika Favre ha sabido colocarse en lo más alto del ámbito del diseño y la publicidad a nivel mundial. Una muestra más de que se puede ser mujer, inteligente, creativa y exitosa; un feliz ejemplo de que la actitud Kinky se puede vivir al máximo sin importar género, ocupación o nacionalidad. ¡Cree en ti y hazte Kinky!
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