La iconografía del deseo: símbolos y representaciones en el arte erótico

A lo largo de la historia, se han utilizado una variedad de símbolos y representaciones para transmitir la sensualidad y el deseo. ¡Conócelos!

5 julio, 2023 6 mins de lectura
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Todas las culturas, desde la antigüedad, se han manifestado artísticamente mediante el erotismo. Estas representaciones pueden encontrarse en el arte, la mitología y las prácticas religiosas. En general, el simbolismo y las representaciones de lo erótico en las civilizaciones antiguas reflejaba sus creencias sobre la sexualidad, la fertilidad y lo divino. De esta forma se reflejan las intrincadas conexiones entre el sexo y la espiritualidad, que formaron parte del ser humano desde el principio de los tiempos.

Los símbolos tienen el poder de amplificar e intensificar las experiencias eróticas, lo que nada tiene que ver con la pornografía que destruye la fantasía erótica, convirtiendo la sensualidad en un mero acto sexual sin pasión. Cuentan con la fuerza para evocar fuertes respuestas emocionales y estimular la imaginación. Mediante el uso de símbolos, el erotismo puede trascender lo puramente físico y adentrarse en los reinos de la fantasía, el misterio y el subconsciente. Por eso vamos a hacer un breve recorrido por la historia y sus distintas representaciones en el arte erótico. ¡Disfrútalo!

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Símbolos de fertilidad y creación de vida

Si bien existen civilizaciones más antiguas que la egipcia, hoy vamos a comenzar este viaje de iconografía erótica desde Egipto, con el mito de Isis y Osiris. En el antiguo Egipto la diosa Isis desempeñaba un papel muy importante en el simbolismo erótico. Era venerada como la madre divina y la esposa ideal, representando la fertilidad, el amor y la sexualidad. El símbolo del ankh, que se asemeja a una cruz con un lazo en la parte superior, se asociaba a menudo con esta diosa y se consideraba un símbolo de vida, renacimiento y amor eterno. Además, el arte egipcio mostraba con frecuencia escenas de intimidad sexual en las paredes de templos y tumbas.

Dentro de la cosmovisión egipcia –que a su vez deriva de la sumeria–, el río Nilo era la representación de la masculinidad que desembocaba en la parte femenina, el triángulo del delta. De esta cópula nació el sol (Ra) y la fertilidad como ciclo de la vida, la muerte y el renacimiento. La mitología egipcia presenta varias deidades vinculadas con la sexualidad y la procreación. El dios Osiris estaba asociado a la fertilidad, y la diosa Hathor tanto el amor como la sexualidad.

Las representaciones eróticas de estas culturas ancestrales incluyen pinturas, esculturas, fotografías, obras dramáticas, composiciones musicales y literarias que muestran escenas de naturaleza sexual. Han sido creadas por casi todas las civilizaciones, antiguas y modernas. En países como India, Nepal, Sri Lanka, Japón y China las representaciones de sexo y arte erótico tenían y siguen teniendo significados espirituales específicos dentro de las religiones nativas del hinduismo, budismo, shinto y taoísmo. Los antiguos griegos y romanos produjeron mucho arte y decoración de naturaleza erótica, gran parte del mismo integrado con sus creencias religiosas y prácticas culturales. En América Latina son de suma importancia las correspondientes a los pueblos Tolteca, Mochica, Chichimeca, Chimú, Chancay, y Tolitas, que entre otros, formaron parte de los grandes Imperios americanos.

El juego de la sensualidad encubierta

En la época medieval, las brujas fueron asociadas con el disfrute de la sensualidad y el erotismo. Para muestra la representación de Albert Joseph Penot –pintor francés de arte macabro–, conocida como Départ pour le Sabbat, que muestra a una mujer sobre una escoba. A menudo, se identifica la escoba de las brujas como un instrumento fálico que se creía usaban para entrar en éxtasis y encontrarse con el diablo en sus aquelarres.

Durante la era victoriana, que abarcó desde mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX, la moralidad y las normas sociales conservadoras influenciaron en gran medida la representación del deseo y la sexualidad en el arte. El periodo se caracterizó por una aparente represión sexual y una etiqueta rigurosa, lo que llevó a un cambio en la iconografía del deseo hacia una estética más simbólica.

En el arte erótico de la era victoriana, se utilizaban símbolos y metáforas sutiles para representar el deseo y la sensualidad de manera encubierta. Por ejemplo, las flores y las plantas con connotaciones sexuales, como las orquídeas y los lirios, se representaban con frecuencia para evocar la sexualidad femenina. Además, el uso de ropa ajustada, corsés y prendas ceñidas resaltaba las formas y curvas del cuerpo, sin mostrarlo explícitamente, pero abriendo el camino hacia un disfrute del erotismo más que una sexualidad explícita y, en el arte y la evocación de los sentidos, esto es mucho más poderoso que las imágenes directas que no dejan nada a la imaginación.

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La simbología sensual del inconsciente

Los aportes de Sigmund Freud en el campo del psicoanálisis y la interpretación de los símbolos sexuales tuvieron un impacto significativo en la comprensión de la iconografía del deseo. Freud exploró las profundidades del inconsciente y su relación con el deseo sexual, argumentando que los símbolos y las representaciones eróticas en el arte pueden revelar deseos reprimidos y conflictos psicológicos. Introdujo el concepto de “simbolismo fálico” en el psicoanálisis, sugiriendo que muchas imágenes y objetos en el arte representan el deseo sexual y la atracción a través de símbolos fálicos, como torres, espadas o columnas.

Además, Freud destacó la importancia del “inconsciente” y los “sueños” en la comprensión del simbolismo erótico. Según él, los sueños y los deseos reprimidos se manifiestan en imágenes y símbolos que pueden encontrarse en el arte erótico. Estas representaciones simbólicas permiten a los artistas y a los espectadores explorar sus fantasías y deseos ocultos de manera segura y, por supuesto, consciente.

Más hacia la actualidad, artistas como Dalí, el más conocido representante del surrealismo, plasmó en sus pinturas elementos de simbología erótica inspirados en su musa: Gala.

Así llegamos hasta los tiempos contemporáneos en donde existen miles de artistas como Alphachanneling y Pete Harju, que reflejan símbolos y elementos eróticos en su obra; ya sea literaria, teatral, visual, fotográfica, cinematográfica o de cualquier tipo.

Nada como inspirar los sentidos e inspirar tu propia sensualidad con elementos y representaciones del deseo sensual. ¡Dale sentido a tus sentidos!

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