NOSTALGIA
de Mónica Gameros
Me gustan los callejones
donde se folla con prisa y adrenalina
orgasmos apresurados
clandestinos.
Me gustan las esquinas abandonadas
ahí se queman los mejores recuerdos
en papel de arroz
siempre bajo el cántaro de mí
en cascadas de sal.
Soy diluvio ácido sobre tus labios
exprimes mi grito ahogado
besos rabiosos
labios devastados por la lujuria
uñas arrancándome las nalgas
saliva enjugando futuras promesas
escurridas directo a la nostalgia de ti
incendiado.
Los portones de las viejas vecindades
donde me enseñaste a amar
donde aprendí a mentir
se han cerrado
y el alcohol en cantimplora
se ha evaporado.
I
Extraño la ansiedad de un torso en llamas.
Perdidos, viven dedos imperiosos sobre mi clítoris
nos sepultamos bajo un alud atómico.
Una voz se hace eco en el abismo
quién te necesita
si el amor es un río en movimiento.
Mi lengua yace fundida en la saliva de una boca sabor mar
es desierto
fractal de ansia
segundos de luz se fugan
sigo aferrada a las costillas del demonio en turno.
II
Con la mirada baja
incrédulo
recoges las gotas de mí
estrellada en el centro de tu cama.
En medio de jadeos multicolores
tu sudor se escurre entre las grietas de tu viejo colchón
tus manos sumergen mis caderas al fondo de tu abismo
al tiempo que, al ritmo de un swing, te digo adios
y me escapo de ti como se escapa la luna del eclipse
soy agua de río presurosa
hacia el mar desbocado.
III
Me evaporo para no quedar encerrada en tus humores negros
sin comprenderlo del todo sabes que ya me he ido
que no hay boleto redondo
que el cohete me ha llevado al siguiente cometa
al que montaré sin previo aviso
y que sin previo aviso, seguiré mi camino.
Soy argonauta sensorial
me alimento de tus gritos
bebo tu fuego
como tu ansiedad y me sacudo como un remolino.
Te llevaré conmigo en el saco del souvenir
al laboratorio donde fabrico
libertad-placer-olvido.
Si te gustó este poema, tal vez te interese esto: ¿Acostarse o dormir con alguien? Esa es la cuestión