Syrinx, un poema de Rubén Darío

25 enero, 2021 1 min de lectura
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SYRINX de Rubén Darío

¡Sirinx, divina Sirinx! Buscar quiero la leve 

caña que corresponda a tus labios esquivos;

haré de ella mi flauta e inventaré motivos

que extasiarán de amor a los cisnes de nieve.

Al canto mío el tiempo parecerá más breve;

como Pan en el campo haré danzar los chivos;

como Orfeo tendré los leones cautivos,

y moveré el imperio de Amor que todo mueve.

Y todo será, Syrinx, por la virtud secreta

que en la fibra sutil de la caña coloca

con la pasión del dios el sueño del poeta;

porque si de la flauta la boca mía toca

el sonoro carrizo, su misterio interpreta

y la harmonía nace del beso de tu boca.

¡Dale sentido a tus sentidos!

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