Te hice el amor de espaldas boca abajo
metida en la fuente del volcán dorado en el escorzo
Me abrí la blusa y te ofrecí los higos con mi boca
mis piernas en tu cuello y mi sexo grabado sobre el texto
cenizas en el pelo sustancias derramadas sobre el fuego
la isla arde y quedo presa
Menos mal que te hice el amor de espaldas boca abajo
y que dormí en tu fuente de volcán dorado y que los
higos
te los di en la boca
porque de Pompeya nunca fue fácil escapar.
Subiendo y bajando sobre el cuerpo del otro en planchas
perfectas suspendidas
derramados de espalda y de rodillas sudando todo el
rumor que antes prometió al mar
mis dientes no ablandarán otra piel que la tuya
mi olor se diluye en tu lavanda limpia
para que sea por fin divino el placer de lo que no es sólo
nuestro
Martina ha dejado algo para ti
En la nieve hay un nido en el nido hay un huevo
en el huevo hay un pájaro en el pájaro una lombriz
en la lombriz una aguja en la aguja te dejo el cielo
Nada te salva del amor
Ni el peregrinar por las ciudades interiores
Ni las dotes para la oración
Ni la intuición
Si te gusta la lectura erótica, te invitamos a leer Gotas Sucias de Regina Favela