El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano. Se encuentra en la piel, en tendones, en ligamentos y otros tejidos conectivos. Dentro de sus múltiples e importantes funciones, se encuentra la de proporcionar estructura a la piel y fortalecer los huesos y los músculos. En condiciones normales, el cuerpo humano produce todo el colágeno que necesitas de forma natural, sin embargo, dicha producción se ve modulada por la edad, la alimentación y algunos otros factores que determinan la cantidad que se produce. Es por esta razón que la industria farmacéutica comercializa suplementos para ayudar a mejorar la elasticidad de la piel, promover la salud de las articulaciones, desarrollar músculo, quemar grasa y otras funciones de las cuales el colágeno forma parte.
No te pierdas: Rutina coreana de 10 pasos para lucir una piel envidiable
No en vano se habla tanto de esta proteína en cosmética y dermatología; incluso, si lees los ingredientes de tus productos para la piel, puedes encontrar que forma parte de varios de ellos, así que te vamos a explicar por qué.
El colágeno es la proteína más abundante en la piel y en el cabello, y está considerada como la más importante para su funcionamiento, ya que es la que se encarga de brindar la estructura, la elasticidad, la firmeza y la suavidad a este maravilloso órgano. Alrededor de los 30 años, los niveles de producción de colágeno bajan como un proceso natural del cuerpo humano en el tiempo, y estos descensos producen pérdida de elasticidad y tono en la piel, generando esas arruguitas, líneas de expresión y flacidez que tanto molestan. En el caso del cabello esto se traduce en falta de brillo y elasticidad, por lo que comienza a verse maltratado y áspero.
El colágeno también es importante para mantener la integridad de los cartílagos, los músculos, los tendones y todas las articulaciones. Incluso, algunas personas sugieren su consumo para problemas de osteoporosis y algunos tipos de fibrosis muscular. De la misma forma que con la piel, a medida que la cantidad de colágeno en tu cuerpo disminuye con el envejecimiento, aumenta el riesgo de desarrollar trastornos articulares degenerativos como la osteoartritis, aunque eso no significa que será así. Como te lo mencionamos con anterioridad, depende de tu estilo de vida y el cuidado que le das a tu cuerpo y a tu alimentación.
En la mayoría de los casos, el colágeno se consume en forma hidrolizada, también conocida como péptidos de colágeno. Esta versión de colágeno es simplemente un colágeno convertido enzimáticamente para descomponerse en cadenas de aminoácidos más pequeñas, lo cual asegura una mejor absorción para el cuerpo humano. Los estudios sobre la eficacia de estos suplementos todavía no han sido muy desarrollados, ni son concluyentes. Lo que estás consumiendo con ellos es una cadena de aminoácidos que una vez dentro, tu cuerpo va a romper para volver a formar otras diferentes, que pueden –o no–, convertirse en colágeno. Es decir, cuando te tomas una cápsula de colágeno, este no se va a ir directo a tus huesos o a tu piel, sino que va a estimular los fibroblastos (las células encargadas de generar el colágeno) como el resto de las proteínas que consumas, y depende de múltiples factores que se convierta –o no– en colágeno nuevamente. Uno de estos factores es la presencia de Vitamina C, que resulta ser de total importancia para la regeneración del colágeno. Por este motivo muchas marcas de suplementos deciden añadirla a sus compuestos.
Que la edad no te frene, checa esta dieta del sexo para rendir más
A pesar de que los efectos de reducción de arrugas de los suplementos de colágeno se han atribuido a la capacidad que tiene de estimular a tu cuerpo a producir colágeno por sí mismo, algunos científicos descartan su uso en productos tópicos (cremas, serums…), argumentando que no funcionan para la producción de esta proteína, ya que el colágeno es demasiado grande, molecularmente hablando, para penetrar la piel, y no se incorpora de ninguna forma a ella ni sustituye al colágeno que se va perdiendo con la edad. Lo que sí causa el colágeno es una especie de film que rellena en el momento las arrugas finas de la piel y da una apariencia más uniforme. Sin embargo, esto es un efecto visual y no influye gran cosa en la composición ni en el rejuvenecimiento de la piel.
De hecho, no es necesario tomar suplementos de colágeno para producir colágeno; el cuerpo lo hace de forma natural utilizando aminoácidos de las proteínas que ingieres a diario, por lo que resulta mucho más importante pensar en el tipo de alimentación que llevas y que este tenga los aminoácidos y vitamina C suficientes que el cuerpo necesita para fabricar tan importante proteína.
En pocas palabras, tu cuerpo sabe formar el colágeno por sí solo, por lo que tomarlo en forma de suplemento no es algo imprescindible. Una dieta balanceada alta en proteínas y vitamina C puede hacer todo el trabajo; aún así, si deseas tomar colágeno externo, el hidrolizado es la mejor opción. Recuerda que debes fijarte en la calidad y procedencia de dicho suplemento y, que si tu dieta no es la adecuada, poco importa lo que consumas de forma externa.
¡Dale sentido a tus sentidos!
Continúa leyendo: Mejor alimentación = mejor sexo