El Kamasutra ofrece un menú delicioso de posiciones sexuales para todo tipo de gustos, lo cual resulta súper divertido para hacer cosas diferentes, y darle variedad a la relación, pero no te olvides de aquellas prácticas que no pasan de moda y son “todo un clásico”. Una de ellas es el doggie o perrito, posición sexual en la que tú tienes el control y una panorámica de ensueño.
¿Sabes por qué te la recomendamos? Checa sus ventajas:
- Te deja cumplir la fantasía de dominación, pues tendrás control total sobre ella y, lo mejor de todo es que la excitación será igual para ambos, pues debido a cómo ella debe acomodar su cuerpo, lograrás ver aún más su vagina, y le ayudarás que logre una excelente estimulación de las paredes frontales de la vagina.
- Debido al ángulo de tu penetración, estimularás más fácilmente su punto G. Pero si de verdad quieres llevarla a la locura mientras la penetras, acaricia su clítoris o sus pezones, al mismo tiempo que te mueves cadenciosamente dentro de ella. El orgasmo está más que garantizado con esos pequeños movimientos.
- También puedes incitarla a que ella misma se estimule, así el placer será simultáneo.
- Te permite tener el control sobre tu eyaculación, ya que con esta postura puedes detenerte por un momento, tomar un respiro, y volver a la carga.
- De la vista nace el amor, hay hombres muy visuales, a los que se les conquista mediante hermosas imágenes, y qué mejor opción que una panorámica de ella en esta posición, dedicándote una que otra mirada sobre su hombro, mientras que la tomas de la cadera, suena bien, ¿no?
No tengas miedo de pedirle a tu chica que prueben esta posición. Esto les ayudará a acrecentar la confianza y la intimidad además tu relación tendrá nuevos ángulos y perspectivas diferentes.
¡Hazte Kinky!
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