La importancia de besarnos

Tus labios son mensajeros de sensaciones. Te sorprenderá descubrir sus secretos ocultos y cómo aprovecharlos como un profesional. Unir los labios y acariciar nuestras lenguas posee significados mucho más complejos de lo que nuestra saliva sospecha. Tu pareja amará ser la receptora de una nueva dimensión de tus caricias boca a boca. Depura tu técnica, disfruta como nunca de los besos y catapúltate hacia elevadas temperaturas.

Practica y dispara

No olvides que un beso que va más allá de lo típico depende de un montón de músculos faciales que se ponen a trabajar. La habilidad para masajear con la lengua, el control de la abertura de tu boca, el movimiento de tus labios, son resultado de la práctica y de darles tonicidad, claro, durante los besos pero también en momentos, digamos, de ocio. Aplica estos ejercicios para volverte master.

Bombones de ensayo

• Toma un malvavisco mediano y ponlo frente a tu boca. Con la parte interna de tus labios (donde cambia la textura y terminan las ‘rayitas’) trata de desprender un pedacito como si succionaras pero sin jalar aire. Cerrando poco a poco.
• Ahora, sosteniendo el bombón sólo con esa parte interna de tus labios, saca la punta de la lengua y haz mini movimientos circulares de lengua sobre el malvavisco. 
• Para darle más fuerza y habilidad a tus labios, presiona el bombón varias veces. Aplástalo lo más que puedas como si quisieras partirlo cubriendo tus dientes con los labios. 

Bésense y ¡mucho!

La mejor parte viene cuando la práctica es labios contra labios. 

Acerca tu boca poco a poco a la de tu pareja y desliza lentamente la  parte interna de tu labio inferior. Comienza a jugar con ambos labios como lo hiciste sobre el bombón y ve aumentando la velocidad. También combina distintas aperturas. Une tu lengua con la suya, dando lentos giros y masajeando.  Extiende los besos todo lo que gustes, no pienses ni mecanices. Se trata de sentir. Déjense llevar y aumenten la intensidad toooodo lo que deseen. Intenten diferentes tipos de besos apasionados y denle variedad al foreplay.

Nos besamos para… 

• La saliva masculina contiene testosterona que nos prende. No sólo en el proceso del empalme inicial sino para prolongar el deseo y hasta la convivencia a largo plazo. 
• Durante una sesión de laaaargos besos producimos dopamina que nos genera placer. Más nos besamos, más producimos y por ello a veces es casi imposible parar.
• Creamos apego porque el beso es clave para que nuestro cerebro segregue oxitocina, la neurohormona de la unión.
• Los besos activan las glándulas que producen la excitación, está ligado con el aumento de la salivación. Cuanto más acuosa se ponga nuestra boca, más excitados nos pondremos y estaremos perfectamente preparados para comenzar el round sexual.
• ¡El beso es un sistema de selección pura! Inconsciente, pero absoluta: Estudios de la neurocientífica Wendy Hill, aseguran que al besarnos, las mujeres percibimos (olemos) el complejo mayor de histocompatibilidad, una proteína presente en todos los seres humanos; nuestra firma genética que nos indica la calidad de los genes masculinos (ellos no pueden identificarla). 
• En tanto, ellos miden nuestros niveles de estrógenos en la saliva para fijar nuestros grados de fertilidad. 

Por todo esto y simplemente porque es delicioso, no dejen de besar y besar y besar…. ¡con todos sus sentidos!

¡Hazte Kinky!

Pon en practica estos deliciosos consejos de Elsy y disfruta de los 8 tipos de besos  apasionados