¿Ventosidad vaginal? ¡Evítala!

Esos ‘extraños’ aires que surgen de tu vagina tienen una muy buena explicación. Checa esto para que tu venus nunca pierda el glamour.

5 julio, 2017 3 mins de lectura
Compartir

Sí, a todas nos ha pasado que al movernos o incorporarnos después o durante un maravilloso round sexual, producimos una sonora ventosidad por la vagina; muy parecida auditivamente a un gas, un flato. ¡OMG! Él te ve con cara de ‘¿Te echaste uno, neto?’, y aunque deberíamos ser más naturalistas y nunca avergonzarnos por las reacciones corporales, nadie dice que no se escape un poco el glamour.

De hecho, puede suceder mientras haces abdominales con las piernas separadas. Se debe a que entra aire a la vagina, se combina con las bacterias típicas, necesarias y maravillosas de tu flora vaginal y se concentra. Ahí se va guardando o acumulando. Y claro, tiene que encontrar por donde escapar. Así que, al hacer presión sobre tu vientre, surge con el característico sonido.

¿Cómo llegó ese ventarrón ahí?

Sucede sobre todo en posturas de mucha apertura, en especial si el pene de tu pareja sale casi totalmente y vuelve a entrar. Imagina que hace un efecto de bombeo, y a veces, hasta suena ese aire al ir entrando. O puedes sentirlo como un cambio de temperatura, sientes que ‘entra frío’. Para evitarlo, pídele que no salga más allá del borde de la corona del glande y tú –aprovechando- procura hacer algunas contracciones con la entrada de tu vagina cuando él esté saliendo para cerrar la posibilidad de entrada de aire. Además de masajear su pene y activar la sensibilidad de tu vagina, cuando llegues al orgasmo, tendrás una sensación subjetiva de mayor intensidad del mismo. Algo así como el Beso Singapur.

Otras razones pueden venir de las tallas. Ejem… pues sí, hay dimensiones distintas de órganos sexuales tanto nuestros como de ellos. Hay penes delgados aunque largos y eso no es negativo, somos seres únicos y por lo tanto tenemos diversas morfologías. Entonces, si su pene es delgado puede suceder que de manera frecuente entre aire, en especial si tu vagina no está muy tonificada. Puede que estés perdiendo algo de tono en el vestíbulo y con la excitación se amplíe un poco de más. Haz contracciones ano-genitales como parte de tu disciplina, y se acabó el problema.

Las posturas también contribuyen a este fenómeno, por ejemplo, en las posturas de cuatro puntos (el perrito y sus variantes) puede haber mayor oportunidad que si tú estuvieras montada. O bien, en las típicas de misionero. Si eres proclive a que entre aire, usa aquellas en las que te sientas o en las que cruzas las piernas para mantener menos ‘aireada’ la zona.

Recuerda que es algo normal y no tienes por qué sentir vergüenza. La confianza y comunicación en pareja es primordial en estos casos.

Y para no perder el estilo en tus encuentros, checa los Diferentes looks para tu área del bikini