Orgías: los sí y los no para una experiencia placentera

¿Sexo grupal? Todo parte de las expresiones de nuestra personalísima sexualidad. Tiene validez en tanto no lastime ni física ni emocionalmente a nuestra pareja o a terceros. Encontrar excitación en la idea de unirnos a una atmósfera de distintos cuerpos, prácticas y contacto simultáneo con más una persona proviene, como cualquier otro disparador o fantasía, de nuestros mapas mentales. Y ahí se ha implantado. De pronto reconocemos que solos o con nuestra pareja queremos unirnos a cierto conjunto de personas con las que tenemos esa excitación en común: la polirrelación. Meramente erótica o sexual, pero ahí está esa expresión comportamental de nuestra sexualidad en el plano erótico.

Bien, ahí no queda todo, no es tan fácil andar de orgía en orgía, así que, acá te dejamos 10 recomendaciones:

1. Dónde iniciar la búsqueda. Hoy, la madre red nos dota de más posibilidades; probablemente lo primero que te venga a la mente es un club  swinger o un cuarto oscuro (que de oscuro a veces no tiene nada) en un antro. Pero siempre asegúrate de tener toda la info posible.

2. Antes de lanzarte a la contienda, investiga. Observa de qué van las dinámicas. No por integrarte, te unas a prácticas que no te van bien, no te generan excitación o crees que implican riesgos físicos o emocionales. Recuerda hay grupos con distintos propósitos, hay quienes intercambian pareja o dan carta libre en un mismo espacio para que la misma práctica los vaya llevando, pero hay casos de grupos, por ejemplo, de BDSM, y si a ti no te interesa entrar al mundo del sado, o el dolor y la dominación no son lo tuyo, ese grupo no es para ti.

3. Protección al máximo. En serio, en todos los sentidos. La integridad física es primordial, si el ambiente te parece complejo, se dan situaciones ilegales como implicación de menores o personas sin su consentimiento (o capacidad para consensuar), tráfico de sustancias, y otras, sal da ahí. Mucho más si es un grupo que intenta convencerte o hasta obligarte a unirte de algún modo, como hacerte una novatada que te parezca peligrosa o hacerte cumplir con ciertas reglas que te intimidan o amenzan.

4. La protección de la salud también es básica. Siempre, siem-pre, utiliza preservativo, condón femenino o masculino para penetración y sexo oral. Utiliza condones saborizados para el pene y sábanas de látex para dar sexo oral a mujeres (si no los encuentras, puedes cortar un condón de sabor y colocarlo sobre la vulva).

5. No creas todo. Así te digan que todas las personas ahí están limpias de ITS y VIH, nunca entres a una práctica sin profilaxis.

6. Evita el contacto piel con piel a nivel pélvico. Frotar los órganos sexuales, aunque no haya penetración, te deja a merced de pescar infecciones de transmisión sexual que están en la piel. Recuerda que el condón solo protege lo que cubre: el pene y las cavidades vaginales  o anales, pero no el pubis, el perineo o las ingles. El VPH o papiloma, el molusco genital y otros se contagian piel con piel. Aplica también a vulva contra vulva, así que si eres mujer y tienes contacto genital con otra chica, siempre coloca un condón abierto o película de látex entre ambas.

7. Mídete en los tragos o sustancias. De entrada mantenerte sobrio permitirá que tengas una experiencia real y aminorarás riesgos en todos los sentidos.

8. Explora. Podrás descubrir qué es lo que te atrae de la práctica. Permítete sentir, dejar que tus mapas hablen. Puedes experimentar muchas dimensiones de tu erotismo.

9. Respeta el NO es NO. Regla de oro de estos casos. Puedes decir NO a cualquier persona, práctica o invitación; asimismo respetar los NO de otros. Se trata de pasarlo bien, nunca de obligarse u obligar.

10. Si vas con tu pareja, deben llevar súper negociado y consensuado lo que esperan de la experiencia. No es sólo hacer un trío o intercambiar (sw), el sexo grupal consiste en unirse bajo ciertas dinámicas con muchas otras personas, probablemente en el mismo espacio. Es imprescindible que ambos tengan la fantasía y vivan esa expresión.

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