Un pene limpio es un pene Kinky

11 noviembre, 2017 3 mins de lectura
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No es secreto para nadie que la limpieza genital es requisito indispensable para que puedas llevar un estilo de vida Kinky; sin embargo, no siempre se habla a fondo del tema pues preferimos asumir que tooodo mundo tiene una excelente higiene. La realidad es que no es así, y la causa no siempre es la desidia o el desaseo; también hay condiciones físicas y mucho desconocimiento sobre el tema.

Existe una afección sufrida por muchos hombres, pero de la que se habla muy poco; es más, quizá sea la primera vez que escuches la palabra: se trata del esmegma. ¿No te suena? Pues bien, aquí te diremos qué es, por qué ocurre y cómo evitarlo. Pon mucha atención pues, si no lo identificas a tiempo, este padecimiento podría alejar a cualquiera que se disponga a realizarte un blowjob.

¿Qué es el esmegma?

Si alguna vez has visto una secreción blanquecina acumulada en algún rinconcito de tu pene, probablemente se trataba de esmegma. En términos estrictos, el esmegma está compuesto de células muertas, secreciones naturales del pene y hormonas; pero como todos esos elementos se juntan, tú lo verás como una pastita blanca acumulada principalmente en el glande o bajo el prepucio.

Esmegma aparición

En realidad, el esmegma es completamente normal; de hecho, se trata de un lubricante natural que hasta tiene propiedades antibacterianas; sin embargo, cuando tienes una rutina de limpieza adecuada, lo limpias cada que te bañas y ni siquiera lo notas. Por el contrario, cuando la higiene es deficiente, se puede acumular e incluso se pueden llegar a formar bolitas (como piedritas) de esmegma alrededor del glande.

¿Cuáles son las causas de este padecimiento?

La causa principal tiene que ver con hábitos de higiene deficientes; en este sentido, es más común – aunque no privativo – que aparezca en hombres que no tienen circuncisión, pues muchos se olvidan de recorrer el prepucio para lavarse adecuadamente. También es más común en hombres que sufren o sufrieron de fimosis (una deformidad del prepucio que no permite que el glande se descubra por completo) por la dificultad para asearse.  

¿Qué tratamientos existen?

Es importante que, en cuanto detectes los primeros signos de esmegma, establezcas una rutina de lavado para acabar con él; esto con la intención de atajar el problema y evitar futuras infecciones que podrían complicarse y, por supuesto, afectar fuertemente tu vida sexual. Normalmente, con una buena rutina de aseo suele bastar para acabar con el esmegma; pero si no es así, debes acudir con tu médico para que evalúe si es necesario algún antibiótico.

¿Cómo puedo evitarlo? 

Si no tienes fimosis o alguna otra afección que favorezca su aparición, la única medida preventiva es lavarte adecuadamente todos los días. No necesitas de lociones o sustancias especiales; basta con un jabón neutro y agua tibia, eso sí, debes asegurarte de que cubras toda el área del glande con el jabón (si no estás circuncidado deberás subir por completo el prepucio para llegar ahí). Este hábito tan sencillo, te evitará muchos problemas de seguridad y hará que tu pene sea mucho más atractivo.

Recuerda: ¡la higiene siempre será súper Kinky! ¡Hazte Kinky!

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