Es poco probable que no te haya ocurrido alguna vez que tu pareja te pidiera permiso de venirse en tu boca; bueno, esto si tu compañero es considerado, porque también están los que cometen el gran error de ni pedir permiso. Independientemente de si has accedido a ello o no, quizá formas parte del selecto grupo de mujeres (casi todas) que se preguntan insistentemente: “¿por qué les gusta tanto venirse en la boca?”
Bueno, pues hoy en Let’s Kinky queremos ayudarte a despejar esa duda para que puedas entender un poco mejor las razones detrás de esta práctica que tanto les gusta. Si ya has accedido, sabes que a la mayoría los vuelve locos; y si nunca lo has intentado, quizá ahora se te antoje cumplirle a tu chico esta fantasía, al fin y al cabo, lo peor que puede pasar es que no te guste y, entonces sí, no lo vuelves a hacer.
Sí, lamentamos decirte que, según el Journal of Sex Research, se ha encontrado una relación directa entre el gusto por esta práctica y ver demasiada pornografía. Según este estudio, más del 70% de los hombres encuestados admitió que la principal razón por la que disfrutan de eyacular en la boca de su pareja es porque los remite al porno, en el que casi todas las escenas terminan con el hombre viniéndose en el rostro de la mujer.
Ahora bien, dejando de lado si es por influencia de la industria porno o por mero gusto personal, lo que sí es indudable es que el placer que les produce es en gran medida visual. Recuerda que el hombre es mucho más de estímulos visuales y, en esta práctica, eso es justo lo que obtienen: una excitante vista de su mujer recibiendo su semen.
Si ya dijimos que buena parte del placer lo obtienen a través de la vista, la otra parte la obtienen de la mente. Así como lo lees. La excitación sexual y la capacidad de sentir placer son procesos casi por completo mentales, de ahí que seamos capaces de excitarnos por teléfono u otros medios, porque lo imaginamos. En este sentido, venirse en la boca de su pareja, estimula la imaginación pues es una fantasía cumplida para muchos hombres.
Si intentamos entenderlo desde una perspectiva más psicológica – más subconsciente – esta práctica es una manera para el macho de “marcar territorio”. Esto alude a los instintos más primitivos, en los cuales el macho debe mostrar su superioridad física ante la debilidad de la hembra, y ¿qué muestra más clara de esto que tener a la hembra a sus pies recibiendo el líquido que demuestra la virilidad del macho?
También bastantes hombres argumentan que esta práctica les resulta atractiva y excitante puesto que, el hecho de que una mujer esté dispuesta a hacerlo, les da el mensaje de que es una chica con mentalidad abierta, dispuesta a experimentar diferentes cosas y sin prejuicios respecto al sexo. Aunque esto no sea necesariamente así, es verdad que ese es el mensaje que reciben y que les resulta sumamente atrayente.
Ahora que tienes más claras las razones por las que a ellos les encanta venirse en la boca, recuerda que la última palabra la tienes tú: si te gusta y disfrutas de su excitación, hazlo sin tapujos; si te incomoda o simplemente no lo disfrutas, platícalo con tu pareja y busquen otras prácticas que a ambos les resulten satisfactorias. Nunca olvides que si no es mutuo, no es Kinky.
¡Hazte Kinky!
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