Ya sea que vivas solo o con tu pareja, una de las actividades con las que seguramente has fantaseado es bañarte junto a la persona con la que compartes la vida. Y aquí no importa si lo piensas en un modo romántico o en un ánimo más hot, porque la idea es la misma: disfrutar del agua recorriendo tu piel y la de tu pareja al mismo tiempo.
¿Lo has intentado? Si no te has bañado con tu pareja, aquí te damos motivos para hacerlo y si el baño en par es tu pan de cada día, estos beneficios harán que no quieras dejar de compartir ese momento.
Si lo piensas bien, estar en la ducha con tu pareja es un momento de completa intimidad, porque están en un espacio reducido que sirve de invitación para acercarse más. El vapor de la regadera, más algún aroma en el jabón o shampoo que estimule el deseo sexual te hará querer más de la otra persona y saldrán de la ducha muy relajados.
El momento de la ducha es solo de ustedes dos, por lo tanto, qué mejor que aprovechar este nuevo ambiente para modificar la forma en la que se comunican. Si tienen problemas en el paraíso, los detalles más simples, como saber la temperatura del agua que le gusta a la otra persona, harán que conozcas y entiendas a tu pareja más a fondo.
¿Te fascina cantar en la regadera? ¿Y si lo haces en pareja? Te aseguramos que el tiempo para bañarse es mucho más divertido si juguetean un poco en el agua, por ejemplo, salpicando a la otra persona o comportándose como niños. Lo importante es que se rían mientras se bañan para generar mejores vínculos y recuerdos que perduren.
Sabemos que no todo es miel sobre hojuelas y, si bien es muy sensual imaginar el agua recorriendo el cuerpo de tu pareja, también está el lado meramente del baño, es decir, enjabonar y dejar completamente limpio todo el cuerpo.
Seamos realistas, no todas las personas se bañan en poses ultra sensuales y, al hacerlo en pareja, en algún momento sale a flote ese lado completamente natural donde lavas tu cuerpo sin reparos. Esto genera mucha inseguridad en las personas, porque una cosa es que tu pareja te vea desnudo antes de tener sexo y otra que te vea desnudo mientras te bañas.
Pero aquí recae el punto más importante, porque si eres capaz de mostrarte en ese momento con tu pareja, le estás dando el mensaje de que no tienes problema en compartirle hasta los minutos del día donde te sientes menos sexy, aunque no sea así. Eso genera confianza mutua.
Así que ya lo sabes, si en algún momento ha cruzado por tu mente bañarte con tu pareja, estas son muy buenas razones para intentarlo o para seguirlo haciendo. Recuerda que el bañarse juntos puede ser muy estimulante en todo sentido.
¡Hazte Kinky!
Por si las cosas suben de tono mientras se bañan, tal vez te interesa leer: ¡Sexo en la regadera! ¿Sí o no?