¿Cuántas veces te has enfrentado al “¿ahora qué hago?” a la hora de tener sexo? Ojalá que no tantas. Pero tampoco vamos a negar que hay veces en las que, por más que lo evites, hay accidentes inesperados. Pero no te preocupes, pues todo tiene solución. Y por eso, en esta ocasión vamos a hablar de algunas de las situaciones más incómodas que pueden suceder durante el sexo y cómo darles la vuelta para salir triunfante.
Tu pareja y tú ya están en un Love Hotel, cruzan la puerta de su habitación… ¿y luego? Llegar a un primer acercamiento puede ser toda una odisea. Entre las miradas tímidas, los comentarios sobre el Love Hotel e, incluso el “con permiso, voy al baño” que mata el momento romántico inicial, lo único que podrías desear es que, en un momento de arrebato, tu pareja te tome entre sus brazos para dar el primer beso apasionado de lo que será una gran jornada sexual.
Pero tal vez la otra persona está en la misma situación que tú, así que la mejor solución a este problema es que tú seas quien se acerque lentamente para darle seguridad a la pareja y que comience un foreplay de ensueño.
Ya están en el momento climático de su encuentro, a punto de tener el orgasmo más intenso que hayan sentido y ¡oh, problema! Necesitas interrumpir todo porque te dieron ganas de ir al baño. Y mira que eso es normal, porque algunas posiciones sexuales estimulan la zona donde se encuentra la uretra, por lo tanto, la sensación de orinar se hace presente. Para inhibirla, asegúrate de pasar al sanitario antes del encuentro sexual. Eso no garantiza que durante el acto no te darán ganas de ir, pero sí que serán menores.
¿Será necesario que nos detengamos mucho en esto? Ya sea para hombres o para mujeres, siempre es un reto dar sexo oral por primera vez. En tu mente todo es perfecto y sabes exactamente qué hacer. Sin embargo, cuando llega el momento de demostrarlo no sabes si estás usando la lengua correctamente o si estás estimulando bien y solo puedes percibir la incomodidad de tu pareja.
No se trata de que te desanimes y pienses que entonces el sexo oral no es para ti. Aquí la clave es escuchar a tu pareja, pues es la persona que sabe exactamente qué le gusta, qué le prende y qué no le gusta. Así que si estás en el lugar de quien da o de quien recibe no olvides hablar y escuchar.
Sabemos que el crecimiento del vello es normal, así como la sudoración. Sin embargo, siempre hay que estar preparados para cualquier cosa que pueda surgir. Supongamos que estás dando un beso apasionado a tu pareja y, de repente, les dan ganas de tener sexo, pero hay vello un poco crecido en zonas donde no quieres o el mal olor se apoderó de ti después de un extenuante día acalorado. No querrás tener sexo en esas condiciones, ¿verdad? Para eso, lo más útil es siempre cargar con un botiquín sexual de emergencia para que salgas bien librado y nada impida que tu encuentro se dé perfecto.
Supongamos que fuiste a un bar y ahí conociste a tu ligue, tuvieron sexo de ensueño y despertaron en la misma cama. Pero más allá de eso, no hubo conexión emocional, ni siquiera conversaron y para colmo, esa persona despertó muy abrazada a ti.
Y ahora… ¿Cómo te sales de esa habitación? Aquí la solución es sencilla: no lleves a tu ligue casual a tu casa. Mejor vayan a un lugar neutral como un Love Hotel y evítense el no saber cómo pedirle que te deje estar tranquilo en tu espacio.
Recuerda que vivir plenamente tu sexualidad implica que la persona que comparte contigo también se sienta cómoda. Por eso, aprende a conocer tu cuerpo, tus gustos y tus límites para que todo salga perfecto, mantente seguro de ti y ¡Hazte Kinky!
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