Es claro que la masturbación masculina no está tan mal vista como la femenina; es más, si un hombre afirmara no masturbarse nunca, seguro lo verían como bicho raro. Pero, aunque no lo creas, si bien el 99.9% de los hombres se masturban, no todos saben realmente cómo hacerlo para no únicamente satisfacer la necesidad inmediata, sino para que les sirva como entrenamiento para mejorar su desempeño sexual. Por eso creamos esta guía práctica que amarás.
En serio, usa un lubricante profesional; ya sabemos que en el momento de la calentura muchos acuden a la saliva por cuestiones de practicidad, pero recuerda que estamos intentando ver la masturbación como una forma de mejorar tu capacidad para dar y recibir placer, así que consiéntente, ve a una sex-shop y elige un lubricante… verás que las sensaciones serán diferentes y mucho más placenteras.
El 90% de los hombres únicamente se concentran en su pene cuando se masturban; solo un mínimo 10% se atreve a estimular otras zonas de su cuerpo. ¿Tienes idea de todo lo que te estás perdiendo si no formas parte de ese 10%? Anímate y, antes de concentrarte en tu pene, comienza a estimular también tus testículos y la parte interna de tus muslos; puedes incluso tener una mano en tu miembro y la otra en cualquier otra parte que te cause placer.
Procura variar los estímulos que te excitan, ya que si siempre acudes al mismo (por ejemplo, a la pornografía), corres el riesgo de generar una dependencia psicológica a este estímulo en particular y que, después, te cueste trabajo prenderte sin él. Así que vele cambiando: unos días con porno (no tiene nada de malo), otros solo acude a tu imaginación y piensa en tu mayor fantasía, otros puedes incluso pensar en tu top 5 de parejas sexuales…. el punto es que varíes los estímulos.
Trata de cambiar la forma en que ves la masturbación: no lo hagas solo para venirte lo más rápido posible y “liberarte”. Velo como un proceso de autoerotismo y como un entrenamiento para ser mejor amante; así que te aconsejamos que practiques la contención, es decir, que pares justo antes de venirte y luego vuelvas a empezar. Esto te ayudará mucho para prevenir (o mejorar) problemas de disfunción o eyaculación precoz.
Otra vez te lo decimos: en la variedad está el placer; así que para evitar que la masturbación se vuelva un proceso mecánico y predecible, te aconsejamos que no lo hagas siempre ni en la misma posición (prueba sentado, parado, acostado) ni en el mismo lugar (prueba en la regadera, en la cama, frente al espejo); esto te ayudará a explorar nuevas sensaciones y a descubrir cosas que quizá ni sabías que te gustaban.
Si pones en práctica estos consejos, te aseguramos que encontrarás nuevas dimensiones del placer: aprenderás a disfrutar más y serás capaz de proporcionarle mayor placer a tu pareja; la masturbación dejará de ser el proceso adolescente para lograr un placer inmediato y se convertirá en tu mejor aliado para tener una vida sexual más satisfactoria.
¡Atrévete!
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