Normalmente, si hablamos de orientación sexual, la mayoría de la gente solo pensará en heterosexualidad y homosexualidad; ya si nos ponemos más “incluyentes”, podemos también incorporar la bisexualidad y hasta la pansexualidad. Pero si te decimos que hace no mucho se acuñó el término “demisexualidad”, probablemente te quedes un poco confundido(a) entre el mar de terminologías sexuales que existen hoy en día.
Contrario a lo que la palabra nos podría hacer pensar, este término no significa que los demisexuales tengan una sexualidad incompleta o a la mitad. Un demisexual es una persona que simplemente no experimenta atracción sexual a menos que se involucre emocionalmente con alguien. Es decir, son personas que no sienten libido alguna solo por los rasgos físicos de alguien, por más que esté guapísimo(a).
Para entenderlo mejor, piensa en que, habitualmente, la atracción sexual se divide en dos: primaria y secundaria. La primaria es la que se desata a partir del físico del otro (su cuerpo, su rostro, su forma de caminar, etc.). La secundaria es la que se basa en cualidades interiores más profundas: conexión emocional, paridad de metas en la vida, admiración hacia el otro, divertirse juntos, etc.
Ahora bien, la mayoría de nosotros pasamos forzosamente por la etapa primaria y, hasta después de mucho tiempo de convivencia e intimidad, generamos la atracción sexual secundaria; dicho de otra forma, primero suele estar la atracción física, esa química sexual basada únicamente en que el otro “te encanta”, y hasta después te involucras más emocionalmente y te enamoras realmente del otro como persona.
Los demisexuales no sienten atracción sexual primaria; simplemente no es relevante para ellos el aspecto o la parte exterior; solo sienten atracción sexual hacia personas con las cuales mantienen una relación cercana, frecuentemente romántica. Pero ojo, no hay que confundir, esto no quiere decir en modo alguno que los demisexuales sean asexuales y que no les interese el sexo en absoluto.
Esto puede relacionarse un poco con la pansexualidad, pues, generalmente, los demisexuales -así como los pansexuales- no se sienten sexualmente atraídos por un género u otro, sino por la persona con la que tienen sentimientos de amor romántico o amistad profunda. El demisexual sí experimenta deseo sexual, pero únicamente hacia una persona en particular, no hacia cualquiera.
La demisexualidad puede ser una condición difícil para quien la tiene, sobre todo cuando se es adolescente; pues los demisexuales no eligen abstenerse, simplemente tienen una falta de atracción sexual hasta que se forma una relación cercana, y esto, en una sociedad hipersexualizada como la nuestra, puede provocar gran incomprensión y hasta burlas o bullying sexual; por eso recuerda que la clave para la inclusión está en la comprensión del otro.
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