Ya sea que te llame la atención la fantasía de la secretaria o que simplemente seas una persona que busca siempre lugares distintos para hacer el amor y, así, ponerle variedad y emoción a su vida sexual, sabemos que esta nota te encantará pues: ¿a quién no se le antoja tirar todas las cosas del escritorio y hacerlo ahí mismo en un arrebato de pasión? Bueno, también puedes hacerlo sin tirar todas las cosas, checa nuestras posiciones para tener sexo en un escritorio:
Una de nuestras eternas favoritas. La clave en esta posición es encontrar el punto de apoyo adecuado, y un escritorio es ideal por la altura. Ella se sienta en la orilla y se recuesta; él, de pie frente a ella, coloca las piernas de su mujer sobre sus hombros; ella levanta la cadera con ayuda de las manos de su pareja y las caderas se encuentran en el punto exacto para que se dé la penetración. ¡Las sensaciones serán maravillosas!
Una de las favoritas de nuestros lectores. La mujer se sienta al borde del escritorio bien en la orilla; el hombre se acercará y embestirá de pie frente a ella. Puedes pensar que es igual a la mariposa, pero no, en ésta la mujer no se recuesta sobre la mesa ni sube la cadera; esto facilita una mayor intimidad ya que pueden abrazarse mientras él se encuentra dentro de ella. Si aún no la pruebas, ¡no sabes de lo que te estás perdiendo!
Sabemos que el perrito es una de las consentidas de los hombres, por la vista que tienen y por la penetración profunda que pueden lograr. Ahora imagínense las bondades de esta postura pero no hincados, sino de pie y con el cuerpo de la mujer recargado en el escritorio. Toda una escena de película erótica ¿no creen?
Ahora bien, si su escritorio es realmente firme y creen que los aguante a los dos, pueden de plano subirse ambos y practicar una de las posiciones más sexys de nuestro repertorio: la vaquerita. Lo más excitante de esta postura es que, ya sea en su versión normal o invertida, la mujer está al mando y lleva la batuta de la situación, por lo que puede controlar, ritmo, fuerza y movimientos.
No todos se atreven, pero quienes lo suelen hacer aseguran que es de las cosas que más disfrutan y más los excitan; sobre todo si son hombres aficionados por el trasero de sus chicas. En un escritorio es muy fácil de hacer ya que ella se coloca arriba de éste en posición de perrito y él se coloca detrás de ella con su rostro en donde la espalda pierde su nombre… y ahí se desarrolla toda la acción. ¿Se atreven?
¡Atrévanse y vivan Kinky!
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