Posición Ángel de Nieve: fricción placentera entre cuerpos ¡garantizada!

5 noviembre, 2018 3 mins de lectura
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Si alguna vez pensaste que ya no pueden inventarse más posiciones sexuales, piensa de nuevo: mientras haya gente Kinky llena de creatividad e imaginación, seguirá habiendo nuevas y más divertidas posiciones para probar; este es el caso de nuestra posición del mes: el Ángel de Nieve, una postura que se inspira en el clásico Misionero, pero le da un giro total que la hará más divertida y súper placentera.

¿Cómo hacerla?

Se ve muy complicada, pero es más sencilla de lo que crees: ella se acuesta sobre su espalda mientras que él se acuesta boca abajo sobre ella, con la cabeza quedando entre las piernas de su chica. Ella levanta sus piernas y las envuelve alrededor de su espalda para elevar su pelvis y que él pueda penetrarla sin problema. Luego, ella puede agarrar el trasero de su chico para ayudarse a deslizarse hacia adelante y hacia atrás.

posicion sexual el angel de nieve

¿Por qué es tan Kinky?

Para empezar, porque sale de lo cotidiano, porque tiene muchas posibilidades para que jueguen y se eroticen mutuamente, porque es un reto, porque es divertida y, además, porque es una excelente posición para las noches frías de invierno, puesto que genera mucha fricción entre los cuerpos, lo cual los hará entrar en calor y sudar para resbalarse delicioso uno sobre el otro. ¿No se les antoja?

Evidentemente, no es una posición que propicie mucho la intimidad, ya que sus cabezas estarán entre las piernas del otro y jamás se verán a los ojos, pero esto puede ayudarles a quitarle un poco lo “vainilla” a su vida sexual, y también les ofrece otras posibilidades, como cambiar un poco los roles y que ahora sea ella la que le dé unas buenas nalgadas a él, aprovechando que su trasero le quedará en una posición perfecta para ello. 

Otra idea para hacerlo aún más excitante, es que no vayan directo a la penetración, sino que  la mujer se coloque de tal forma que pueda frotarse contra el pene de su compañero y así estimular su clítoris previo a la penetración; como te imaginas, esto funcionará como foreplay para ella y trabajará su excitación poco a poco hasta que ya no pueda más. Ambos pueden jugar a retrasar la culminación del placer lo más posible, ¡les encantará!

Como te podrás dar cuenta, en el Ángel de Nieve, es la mujer la que lleva el control y la que más puede hacer para ponerle sal y pimienta a la posición; así que le damos a ella unos últimos consejos: sube y baja la pelvis al ritmo que desees, esto aumentará el placer y las sensaciones en su pene. Y si te animas – y si a él le gusta, claro – puedes incluso lanzarte a estimular la zona anal de tu compañero. ¿Qué dicen? ¿Se atreven?

¡Hazte Kinky!

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