Existen diversas prácticas sexuales que forman parte de la cultura porno que las personas consumen y que de repente, se les antoja intentar: tríos, orgías, BDSM, fantasías LGBT+, entre muchas otras. Hoy hablaremos de una de las más famosas y que más miedo provoca intentar, es decir, la doble penetración.
Lo primero que hay que dejar en claro, es que no hay un sólo tipo de doble penetración. Esta práctica consiste en penetrar uno o dos orificios del cuerpo al mismo tiempo, por ende, se entiende que las diferentes clases que existen de esta popular práctica, son:
Algunas personas también consideran parte de la doble penetración el hecho de que se inserte un pene o Love Toy en la boca, al mismo tiempo que se penetra la cavidad anal o vaginal. Eso ya depende de la percepción de cada quien, pero tiene bastante sentido, ya que el sexo oral no deja de ser parte importante de las sesiones de pasión.
Como todo acto de penetración, esta práctica requiere su tiempo y su calentamiento para poder lograrla y que sea satisfactoria. No importa qué tipo de doble penetración elijas, es muy importante que tomes en cuenta los siguientes consejos:
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Por obvias razones, la mayoría de las escenas de doble penetración que podemos encontrar en las películas eróticas, son en trío Hombre-Mujer-Hombre. Por lo tanto, muchas personas se deciden a intentarlo de esta manera. Si tu novio es de mente muy abierta o tienes dos amigos que se atreverían, no dudes en hablarlo con ellos e intentarlo.
Si tienes pareja y no quieres realizar un trío con otro hombre, puedes proponerle la idea de jugar con unos buenos Love Toys, Mientras tu pareja penetra alguno de tus orificios, con un juguete sexual puede penetrar el otro, o el mismo en dado caso de que elijan la doble penetración en el mismo orificio.
Si no tienes pareja, prefieres el autoerotismo, no quieres hacer un trío o quieres sorprender a tu pareja en la cama la próxima vez que lo hagan, sin que él se entere de tus nuevas habilidades, puedes iniciar la doble penetración tu sola. Existen Love Toys especialmente diseñados para que intentes darle placer a tus dos orificios.
Opciones hay muchas, de ti depende animarte a intentarlo. Lo más Kinky es saber que hay prácticas sexuales muy diversas que no tienen por qué gustarle a todos. Nunca hagas nada que no quieras y si lo vas a intentar, que sea porque en realidad lo deseas y no corras ningún riesgo en el proceso.
Cuídate y, ¡Hazte Kinky!
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