Toda mujer y todo hombre está buscando el secreto para ser el o la mejor amante. La mala noticia es que no hay fórmulas mágicas, la buena es que sí hay varias cosas que puedes hacer para ir mejorando tus habilidades como amante; así que aquí está nuestro decálogo para lograrlo. Quizá te sorprenda, pero ninguno de estos puntos tiene que ver directamente con técnicas sexuales, sino más bien con actitudes que, al final, lo son todo.
Para un hombre, no hay nada más excitante que una mujer que se siente segura con su cuerpo. Y esto no tiene nada que ver con tu peso o tus medidas; al final a la pareja le parecerá más atractiva una mujer segura que una modelito “perfecta” pero tímida e insegura.
Uno de los puntos más importantes: en el sexo, deja el pudor de lado. Que no te dé pena nada: usar lencería, pedirle determinadas cosas, invitarlo a un Love Hotel, deschongarte, proponer nuevas prácticas… Si te quitas el pudor, tus habilidades como amante darán un salto cuántico.
No asumas que eres la mejor o que ya sabes perfectamente lo que le gusta y lo que no. Atrévete a preguntarle qué de lo que haces le encanta, qué le gusta a secas y qué no le gusta tanto; pregúntale también qué le gustaría que hicieras que aún no hacen.
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Obviamente el sexo es cosa de dos, y ambos involucrados deberían pensar en el placer mutuo; pero es muy común que cada quien se concentre en su propio orgasmo. Te sugerimos que pienses mucho en el placer de tu pareja y que realmente te preocupes por hacerlo gozar.
Una vez que estén en el encuentro erótico, olvídate del trabajo, la casa, los hijos, los pendientes de la escuela o cualquier otra situación que esté fuera del momento. En el sexo, si no estás en el aquí y ahora, se nota de inmediato, te desconcentras y ninguno de los dos disfruta igual.
Permítete ser tierna y romántica. Regálale algunas sesiones de sexo más lento y delicado: prende velas, prepara un masaje, sorpréndelo con un baño en tina, dale caricias y besos y no solo te concentres en su miembro. Eso es algo que siempre hace falta y que les encanta.
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Pero, claro, así como hay momentos para la ternura, también hay momentos para la pasión; la clave está en que tengas de ambos que no solo te concentres en uno o en otro. De vez en cuando, saca tu lado animal y salvaje, pídele que te dé unas nalgadas, háblale sucio… lo que sea que saque a tu bestia sexual interior.
Muchos hombres se quejan de que algunas mujeres nunca toman un rol activo y que más bien solo se dejan llevar por lo que propone su pareja. Así que si quieres sorprenderlo, anímate y toma las riendas de vez en cuando, ponte en plan “hoy se hace lo que yo digo”, verás que le encantará.
Pero, claro, recuerda que en el sexo, como en la vida, todo se trata de equilibrio. No siempre vas a ser tú la que mande; a él le encantará que de vez en cuando tú asumas un rol más sumiso y lo dejes a él ponerse al mando.
Parecería contradictorio, pero una buena amante no solo se construye durante el sexo, sino que se perfila en muchos otros aspectos: desde sentirte y vestirte sexy, aprovechar momentos cotidianos para acariciarlo sensualmente, mandar de pronto un mensaje Kinky por el celular, en fin, recuerda que el foreplay se construye durante el día, no 5 minutos antes del encuentro sexual.
¡Atrévete!
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