Sabemos que el ser humano es competitivo y retador por naturaleza, así que en cuanto le dicen que algo es muy difícil o que quizá no pueda hacerlo, se enciende una parte de su cerebro que dice “¡Ah, cómo no!”. Por eso decidimos hacer esta lista de algunas de las posturas sexuales que consideramos más difíciles de realizar, para que saques a tu competidor interno y no te quedes con las ganas de, al menos, intentarlas.
En esta posición, ella se recuesta boca arriba y lleva sus piernas hacia atrás hasta que sobrepasen su cabeza, como si fuera a hacer la postura de yoga de “la vela”. Una vez, ahí, el hombre se coloca sobre las nalgas de la chica y flexiona sus piernas para poder penetrarla. Es súper difícil porque requiere mucha flexibilidad de la mujer y mucha fuerza en las piernas por parte de él, ya que es como si hiciera muchas pequeñas sentadillas muy seguiditas.
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Para esta posición el hombre se hinca frente a ella, quien debe estar recostada, y le toma las piernas para llevarlas a sus hombros; debe jalar sus piernas hasta que las nalgas de ella queden a la altura de su pene y entonces se puede llevar a cabo la penetración, ya sea vaginal trasera o realizar sexo anal. En esta postura, la dificultad mayor es para la mujer, ya que se encuentra prácticamente de cabeza y su cuello puede cansarse rápidamente.
Ahora una posición que se la pone complicada a él; de hecho, prácticamente es exclusiva para gimnastas, bailarines o acróbatas (o puedes intentarlo, uno nunca sabe). El hombre se coloca en posición de arco y ella se pone encima de él para montarlo. La explicación es sencilla pero requiere un grado de flexibilidad de locura y ella debe controlar la fuerza con que sube y baja para no sacarlo de equilibrio.
Se llama así porque, como te puedes dar cuenta en la imagen, la postura hace que las piernas de ambos parezcan pinzas entrelazadas. Esta posición es difícil porque ella debe sostener casi todo el peso de su cuerpo en un brazo, además de mantener sus piernas estiradas (o sea, la mujer debe tener una fuerza acrobática); además no es tan fácil lograr la penetración, por lo que deben de moverse un poco para encontrar el punto justo.
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Postura que requiere muchísima fuerza por parte de ambos, sobre todo en los brazos por parte de él y en el abdomen por parte de ella. Como verás, él está de pie y ella de cabeza con sus nalgas hacia la pelvis de su compañero; pero lo interesante aquí es que, como ella cruza las piernas (lo que hace que se forme la figura de la “X”), la penetración es muy satisfactoria al mantenerse muy apretados los músculos que rodean a la zona genital.
Esta quizá sea la menos difícil entre las difíciles; o sea, es bastante factible, solo tiene que entrenar ella un poco la fuerza de los brazos y del abdomen para mantener la postura. Hay variantes en las que él se hinca o ella se recarga en un mueble en vez de sostenerse con sus manos en el piso, pero, vamos, si lo que quieren es un reto, inténtenlo de pie y chequen los resultados.
¿Te atreves a intentar alguna?
¡Hazte Kinky!
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