Los tríos son, en definitiva, una de las fantasías sexuales más comunes tanto de hombres como de mujeres. Para muchas personas que llevan tiempo casadas, esta es incluso una opción para salir de la rutina y darle un toque de pimienta a la relación; sin embargo, no siempre es fácil plantear el tema y hacerle la propuesta a la pareja, por eso hoy te daremos tips para que detectes señales de que tu mujer anda con ganas de un trío.
Un signo de que puede querer un trío es que notes que recientemente te hace comentarios acerca de experimentar o probar nuevas cosas. Quizá empieza proponiéndote ir a un hotel, o comprar un juguete, o ver porno juntos… es posible que te esté “calando”, viendo qué tan abierto estás a salir de lo ordinario antes de lanzarte la propuesta más fuerte de invitar a una tercera persona a la cama.
Se han hecho algunas encuestas a mujeres que han participado en tríos y resulta que todas han admitido abiertamente que les gusta ver porno y/o se masturban viéndolo. No quiere decir que sea una regla definitiva, pero en general, esto suele mostrar que la mujer es de mente abierta y no tiene prejuicios, lo cual constituye el primer paso para considerar llegar a algo como tríos o swingers.
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No importa cuánto tiempo lleven juntos, trata de recordar conversaciones que hayan tenido sobre sexo y piensa si alguna vez ha hablado sobre hacer un trío (aunque sea un comentario “al aire”), cosas como que “siempre se le ha antojado” o que “es algo que le causa curiosidad”. Normalmente, ese tipo de “espinitas” no se sacan tan fácilmente, y si alguna vez ha comentado algo parecido, es posible que las ganas sigan latentes.
Ahora bien, aunque cumpla con todas las señales anteriores, la única forma de saberlo con certeza es preguntándole abiertamente. Recuerda siempre la importancia de la comunicación en pareja, así que sacúdete el miedo y pregúntale; quizá tu pregunta la haga decidirse por fin, o quizá no lo había pensado antes pero lo empieza a considerar… o quizá eres tú el que quiere y ella no. Solo lo sabrás, hablando.
Claro, también puede pasar lo contrario: que ella sí quiera pero tú no estés del todo seguro. Si no quieres o estás temeroso, te recomendamos que le propongas otras cosas, como ir subiendo de nivel poco a poco; por ejemplo: puedes decirle que empiecen yendo a hoteles, platicándose sus fantasías, quizá hasta viendo a parejas en fiestas swinger pero sin intercambiar… Hay muchas cosas que pueden hacer para sazonar el sexo y que no sean tan radicales.
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Y, claro, si ya lo platicaron y ambos están dispuestos a probar, recuerda siempre poner reglas claras. Casi siempre se recomienda hacerlo con alguien NO conocido y que sea algo de una sola vez para evitar lazos emocionales que pudieran afectar su relación. Entonces, establezcan sus reglas; cuídense mutuamente; comuníquense siempre y, por supuesto, ¡disfruten al máximo!
¡Hazte Kinky!
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