Toda mujer que ame a su pareja busca ser mejor compañera, mejor cómplice y, por supuesto, mejor amante. Pero ser mejor amante no implica necesariamente que aprendas a hacer acrobacias en la cama o que de un día a otro te conviertas en la Mata Hari del siglo XXI; pequeños cambios en tu actitud y la atención a ciertos detalles bastarán para que tu pareja note la diferencia. Checa qué cambios que puedes implementar desde ya.
Una de las cosas que son muy sencillas de cambiar y que te volverá el triple de sexy a sus ojos es el contacto visual durante el acto. Con esto no queremos decir que tengas que estar viéndolo a los ojos todo el tiempo, pero establecer contacto directo en ciertos momentos particulares (como cuando estés haciéndole un blowjob, o cuando estés montándolo) lo prenderá como no tienes idea y aumentará su excitación.
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Como te hemos dicho en varias ocasiones, hay pocas cosas tan sexy como la seguridad que una persona proyecta. El hecho de que te estés tapando o apagues la luz proyecta inseguridad; así que nuestra recomendación es: independientemente del tipo de cuerpo que tengas, recuerda que a tu pareja le gustas y que eres hermosa, así que asúmelo, no pagues la luz y deja que observe tu cuerpo en toda su belleza y plenitud.
Entendemos que hay situaciones que requieren de una sesión sexual silenciosa (si hay niños en casa, o si están haciéndolo en un lugar público en el que los pueden cachar), pero en general, al hombre le gusta escucharte gemir porque eso le muestra que estás disfrutando y por lo tanto su ego sube: sí, les excita saberte excitada. Eso sí, nunca de los nuncas exageres los gemidos, si tu pareja lo nota falso, tendrá el efecto contrario.
A veces se nos olvida lo importante que es la boca en estos momentos; en ocasiones, sobre todo cuando ya llevan tiempo juntos, se concentra toda la acción en los genitales y se olvidan de otras partes del cuerpo. Por eso, aunque sabemos que el foreplay es más importante para ellas que para ellos, es vital que no te olvides de besarlo y pasar tu lengua por su cuerpo: por su cuello, sus orejas, su pecho, etc.
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No tienen que ser cosas arriesgadísimas o que vayan en contra de tus deseos, aquí lo que te hará mejor amante a sus ojos es el simple hecho de que propongas cosas nuevas, pues te percibirá como arriesgada y dispuesta a explorar. Dependiendo de tus gustos y personalidad, puede ir desde proponerle ir a un Love Hotel, hacerlo en la cocina, tener un rapidín antes de irse a trabajar; hasta proponer el uso de juguetes en pareja, juegos de rol o hablar de fantasías sexuales.
Finalmente, algo que puedes hacer y que él notará con mucho gusto es fortalecer tu piso pélvico con ejercicios de Kegel o con el uso de bolas chinas. Un piso pélvico fortalecido te permitirá contraer tus músculos internos mientras él está adentro de ti (a esto se le suele llamar perrito vaginal): él no sabrá ni qué estás haciendo pero sentirá esa presión y, créenos, le encantará.
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